Sector financiero

El Santander retrasa la recuperación económica “entre dos y tres trimestres” por el Covid y descarta que la mora vaya a consumirle capital

MADRID
SERVIMEDIA

El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, estimó este martes que la tercera ola de contagios que ha provocado el Covid-19 retrasará la recuperación “entre dos y tres trimestres” sobre las proyecciones que todos los organismos nacionales e internacionales habían elaborado en el otoño pasado.

Durante su intervención en el ‘Observatorio de la Finanzas’ celebrado por Invertia, explicó que estamos en una crisis con origen “claro” en la pandemia donde el factor sanitario “condiciona fuertemente toda la actividad económica”, convirtiéndose en el “determinante” de cualquier escenario de actividad.

Según recordó, cuando los organismos como el FMI o el Banco de España efectuaron sus previsiones en el otoño tomaron como hipótesis “una crisis sanitaria que finalizaba un poco antes”. “No estábamos pensando en la tercera ola y el confinamiento posterior y, por lo tanto, pensábamos en una reapertura más rápida”, abundó.

Con la situación actual resumió que hay que esperar “un retraso de la recuperación”. “Podemos estar hablando de entre uno y dos trimestres”, auguró, subrayando que ahora se puede esperar que “este menor crecimiento del año 21 se traslade al 22” y haya “un desplazamiento en el tiempo de la salida de la crisis”.

La conclusión serán que “la actividad económica va a estar condicionada en niveles bajos durante más tiempo”, afectado también a la actividad bancaria porque “la demanda de inversión va a ser menos intensa” y se solicitará menos financiación.

Otro efecto es que, al permanecer la actividad más contenida o extenderse las restricciones, “la valoración de cómo una empresa iría en situación normal es difícil” de efectuar, de forma que tener una idea de cuál va a ser su impacto en morosidad “se desplaza también un poco en el tiempo”.

Según detalló, las moratorias a los créditos avalados por el ICO darán más tiempo también “para evaluar cómo funcionarán las empresas en la normalidad”, aunque este análisis también se ha complicado con el salto que se ha producido por la “revolución digital”.

El consejero delegado del Santander dio por seguro que “va a subir la morosidad”. “¿Con qué intensidad, en qué sectores? Depende mucho de la recuperación y eso todavía hoy no estamos en condiciones de establecerlo bien”, admitió.

Lo que sí descartó de plano es que el Santander vaya a tener que echar mano de su colchón de capital para absorber deterioros crediticios. Al respecto apuntó que el pasado año efectuó una provisión de alrededor de 13.000 millones de euros, tras aumentar su esfuerzo en 3.000-4.000 millones precisamente frente a las contingencias que puedan plantear el Covid, y el banco tiene además un resultado antes de dotaciones de entre 23.000 y 25.000 millones de euros al año.

“No pienso tener que utilizar el capital para hacer frente a un deterioro crediticio”, afirmó taxativo, subrayando que además de la hucha de recursos ya guardados en dotaciones los deterioros tendrían que comerse su resultado antes de absorber capital.

Por otro lado, y de forma genérica recordó que la banca cuenta en su globalidad con el doble de capital del año 2008 y su aplacamiento se ha reducido de forma drástica frente a aquella situación, ya que la relación de depósitos y créditos está por debajo del 100% frente al 140-150% de entonces, mientras que la cartera de crédito ha bajado de 1,8 billones a unos 1,2-1,3 billones de euros.

(SERVIMEDIA)
23 Mar 2021
ECR/gja