Aragón. Unas 120 personas homenajean en Sallent a los guardias civiles asesinados por ETA hace once años

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SERVIMEDIA

Un año más, Sallent de Gállego ha recordado el once aniversario del asesinato de Irene Fernández Pereda y de José Ángel de Jesús Encinas en un brutal atentado perpetrado por la banda terrorista ETA. La iglesia de esta localidad se ha llenado, en la mañana de este sábado, de familiares, amigos, compañeros y autoridades para homenajear a estos dos guardias civiles.

Un hecho que ocurrió el 20 de agosto de 2000 cuando las víctimas, Irene y José Ángel, se disponían a iniciar su jornada de servicio. Sin embargo, los etarras habían colocado en el coche oficial que debían utilizar una bomba lapa adosada.

Alrededor de 120 personas se han acercado a esta pequeña localidad del Pirineo oscense para mostrar su apoyo a la familia de las víctimas. En esta jornada conmemorativa también ha estado presente el consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro.

Allí, el consejero ha insistido en la necesidad de recordar este “vil atentado” y ha criticado las declaraciones del presidente de la Diputación foral de Guipuzcoa sobre la calidad de los atentados en relación al lugar en el que se realizan. Ante estas afirmaciones, Bermúdez de Castro ha asegurado haber quedado “perplejo y con asco”.

El homenaje se inició a las 12.00 del mediodía con una misa ofrecida en la iglesia de Sallent y continuó con la posterior ofrenda floral. El sacerdote que ofició la homilía se refirió a los fallecidos como “dos buenas personas, dos buenos guardias civiles, dos españoles y dos cristianos”. Asimismo, dirigiéndose a los familiares más allegados de las víctimas, el sacerdote señaló que “el dolor tiene que ir unido a la paz”.

Sin embargo, en la mente de los familiares quedará grabado para siempre ese 20 de agosto de 2000 cuando arrebataron la vida a estos dos agentes de la Benemérita. En este sentido, el padre de Irene, José Antonio Fernández, subrayó que seguirá asistiendo al homenaje mientras que Dios le dé fuerzas "porque esto no se olvida nunca”. Así, confesó que “todos los días pienso en ello y a pesar de que no viví el bombazo, lo siento muchas veces y me despierto sobresaltado”.

Una vez finalizada la ceremonia religiosa los asistentes bajaron hasta la plaza del pueblo para llevar a cabo la ofrenda floral. Un acto que ha estado encabezado por compañeros de la Benemérita quienes colocaron en el espacio reservado para ello un centro de flores. Con aplausos y algún llanto finalizó esta celebración que conmemoraba el undécimo aniversario del atentado.

Este año ha coincidido con el juicio y la condena de 75 años de cárcel al ex jefe militar de ETA, Javier García Gaztelu, alias Txapote, por ordenar el atentado.

(SERVIMEDIA)
20 Ago 2011
JRV