Según explicó este viernes en una nota, el menor, también de nacionalidad rumana, no llevaba consigo la autorización necesaria de sus progenitores para poder viajar. Además, consultadas las bases de datos de su país de origen, los agentes descubrieron que le habían cambiado el apellido recientemente.

La investigación se inició cuando en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas comunicaron desde el filtro de entrada que había un individuo, en compañía de un menor, que podría ser el responsable de un delito de trata de seres humanos

Los agentes de este grupo especializado se entrevistaron con esta persona, que manifestó haber llegado desde Italia y que tenía un billete para viajar a Costa Rica haciendo escala en nuestro país.

Tras preguntarle aspectos relativos a su viaje, aseguró que el menor era su hijo, “cayendo en frecuentes contradicciones”, y siendo incapaz de construir un relato verosímil. Además, manifestó que no tenía trabajo ni ingresos de ninguna clase aunque portaba 5.000 dólares en la cartera y otros 6.000 escondidos en la maleta, sin especificar de dónde procedían.

ESCASO EQUIPAJE

El equipaje que portaban consistía en una pequeña maleta de cabina y una mochila, insuficiente para un viaje de nueve días de un adulto y un niño. Los agentes realizaron las comprobaciones pertinentes, constatando que según la legislación rumana, los menores tienen que viajar con la autorización de los dos progenitores ante notario, documento del que el arrestado carecía.

El menor ha quedado bajo protección en un centro de la Comunidad de Madrid y el individuo ha ingresado en prisión por ser el presunto autor de un delito de trata de seres humanos y sustracción de menores.