Así lo afirmó este martes, en rueda de prensa, la directora técnica de Seguridad Nuclear del organismo regulador, Isabel Mellado.

En el caso concreto de la central burgalesa de Garoña (cuyo cierre está previsto para 2013), al tratarse de una instalación de tecnología similar a la de Fukushima, "tendrá bastantes cosas que aprender" y mejorar adicionales que agregar, consideró Mellado.

No obstante, también incidió en que el caso japonés no fue consecuencia de la estructura de la central, sino de unas condiciones naturales extremas, muy por encima de las proyectadas en la base de diseño de la instalación (el terremoto y el posterior tsunami). Se trata de "una agresión extrema a la central, que no es creíble en el caso de Garoña", dijo.

Por su parte, el director técnico de Protección Radiológica del CSN, Juan Carlos Lentijo, dejó claro que las centrales nucleares españolas "tienen mecanismos para evitar liberaciones incontroladas al medio ambiente" de gases o líquidos radioactivos. "Confiamos en que estos mecanismos son suficientes, pero si aprendemos algo" de la experiencia de Fukushima, "lo implantaremos y exigiremos" en España.

El vicepresidente del CSN, Luis Gámir, sostuvo, además, que en el caso del accidente de Japón "aún no se sabe todo lo que ha ocurrido", ya que la estabilización y el control del reactor no se han culminado, ni tampoco se ha decidido todo, ya que ni siquiera todos los países tienen la misma opinión al respecto.

El CSN presentó a los medios su nuevo Plan Estratégico para el período 2011-2016, en el que se tendrán en cuenta las lecciones aprendidas del accidente de Japón, entre otros factores.

RENOVACIÓN DE ASCÓ

Preguntado por la renovación de la central nuclear de Ascó (Tarragona), Gámir explicó que el organismo regulador ha de remitir al Ministerio de Industria un informe antes del próximo 2 se septiembre.

Actualmente, las direcciones técnicas del CSN están trabajando en este documento, que previsiblemente empezará a analizarse en el Pleno del regulador este mes.

Gámir sostuvo que el nivel de exigencia será máximo a la hora de determinar si esta planta está en condiciones de seguir operando por diez años más.

Preguntado por el elevado número de sucesos registrados por esta central (más que ninguna otra), Gámir explicó que "se verá lo que han hecho" los titulares de la central "para solucionar estos problemas". En el caso de que las faltas cometidas supongan una infracción legal, se les aplicará la correspondiente sanción.

Mencionó, en este sentido, un incidente del año pasado en el que desde Ascó "se ocultó información".