Iglesias contestó en la sesión de control en el Congreso de los Diputados a una pregunta de García Egea sobre si considera que "España es una democracia plena", cosa que el vicepresidente ha venido cuestionando reiteradamente desde la campaña de las elecciones catalanas.

Antes de llegar a la pregunta, García Egea comenzó burlándose de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, citara en su contestación al presidente del PP, Pablo Casado, “una película autorreferencial” como ‘El sirviente’, de Joseph Losey, en la que dicho sirviente acaba adoptando el papel del señorito que le contrató. Sánchez la usó para referirse a la relación del PP con Vox, pero el número dos de los populares la aplicó a la del presidente e Iglesias.

Seguidamente, enumeró como anomalías democráticas de España, no las que suele barajar el vicepresidente, sino otras del Gobierno, como el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General, la defensa que hace Unidas Podemos del rapero Pablo Hasél condenado por injurias a la Corona y de los okupas mientras pone a guardias civiles a la puerta de su casa o la supuesta contratación de Teresa Arévalo como niñera de la familia.

Iglesias recomendó a su interlocutor el libro “No pienses en un elefante”, de George Lakoff, que alude al poder de las palabras y las imágenes para asentar marcos de debate en la política. De esa forma presumió indirectamente de que “éste sea el principal tema de discusión” en la actualidad española. Y contestó: “Ojalá hubiera plena normalidad democrática en España. Y, si no la hay, es por lo que su partido le ha hecho a la democracia española”.

RÉPLICA

En su réplica, García Egea lamentó que el vicepresidente “nunca suele contestar a nada”, y pasó a preguntar si “aparte de decir sandeces, trabaja algo por España”, porque “tiene sueldo, pero trabajo no estamos seguros”. Acto seguido, recriminó el rótulo que pusieron los “secuaces” de Podemos en TVE de que “Leonor se va de España, como su abuelo”.

Por esa regla de tres que se empleó con la infanta, sugirió poner otros a Iglesias como “dirigente de un partido imputado”, al portavoz parlamentario Pablo Echenique como “cruz de la Seguridad Social” o a Irene Montero como “ministra con asesores y niñera. Pero concluyó que “ni un rótulo puede tapar su visión incluyente” de la política.

El número dos del PP terminó interpretando que “muchos españoles no habrían votado al PSOE si hubieran sabido que usted iba a ser vicepresidente”, porque “eso sí es una anormalidad democrática”, y conjeturando que su cambio de posición tras las elecciones de noviembre de 2019 haría a Sánchez acreedor del rótulo “miente todo el tiempo”.

Iglesias le contestó que, a la luz de su intervención, García Egea también “piensa que no hay normalidad democrática” en España, sólo que “por razones diferentes” a las que esgrime él mismo. Añadió que a él no le parece normal que la expresidenta de la Comunidad de Madrid se fuera “de rositas” y Hasél esté en la cárcel, y que el PP “se haya financiado ilegalmente durante décadas”, bloquee el CGPJ y “pagara” a esRadio “para que mienta” sobre la autoría del 11-M. Por último, prefiguró que los populares seguirán yendo al Congreso a “insultar y patalear” mientras el Ejecutivo seguirá “gobernando.