Con el arranque del juicio por la ‘caja B’ del PP en la Audiencia Nacional, la actual dirección del partido intenta tomar distancia con la anterior cúpula que comandaba Mariano Rajoy y evitar que las investigaciones judiciales acaben con sus expectativas electorales. El líder del PP, Pablo Casado, aseguraba a principio de semana que la dirección que lidera no tiene nada que ver con Bárcenas y sus manejos, pero muchos de esos contactos entre el abogado del partido y un representante de Bárcenas se produjeron cuando Casado ya era el presidente del PP.

Santos emitió ayer, martes, un comunicado insólito en el que aseguraba que acudió a más de una docena de reuniones con un enviado de Bárcenas sin que el Partido Popular tuviera conocimiento alguno de ellos. Una versión increíble puesto que el artículo 12 del código deontológico de la Abogacía Española establece que el abogado tiene la obligación de mantener informado al cliente sobre las posibilidades de negociación, pactos o acuerdos extrajudiciales.

En ese comunicado, el abogado sostenía que el PP “nunca” le había “encomendado ni autorizado a negociar con Luis Bárcenas”, pese a lo que reconocía que hubo contactos con “una persona cercana” al extesorero “en un corto periodo de tiempo” y “siempre a instancias de esa persona, (…) sin que su contenido sea en absoluto relevante o relacionado con lo que se afirma en la prensa”.

Así, Jesús Santos, que procede de la Fiscalía y es un reconocido profesional, ha acabado admitiendo, según adelantaba la Ser, que "informó" sobre las reuniones "a la asesoría jurídica del PP". Santos entró en contacto con este amigo de Bárcenas a través del actual consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid y exmagistrado, Enrique López, quien ha asegurado que se limitó a presentarlos cuando era magistrado de la Audiencia Nacional.