Así lo han afirmado Luis Crespo, delegado territorial de la ONCE en Madrid, y Leonor Pérez, presidenta del Consejo Territorial de la misma institución, en el acto de presentación de los nuevos responsables de la ONCE en esta Comunidad, surgidos de las elecciones democráticas celebradas el pasado mes de marzo. En este mismo acto, tomó posesión como subdelegado territorial Eugenio Prieto.

Crespo y Pérez han explicado cómo la ONCE cubre las necesidades de las personas ciegas y deficientes visuales de Madrid ofreciendo servicios educativos, culturales, deportivos, de impulso al empleo, técnicos y tecnológicos, o de apoyo a la movilidad, para que puedan así alcanzar la autonomía personal suficiente que facilite su plena y real integración en la sociedad en la que viven.

Si en 1985 la ONCE daba empleo en España a poco más de 16.000 ciudadanos, hoy, 25 años más tarde, de ella y de su Fundación dependen directa e indirectamente 130.000 personas, de las que 105.000 tienen algún tipo de discapacidad, ha indicado la institución.

Y de las 27.000 personas ciegas que conformaban esta organización en 1985, se ha pasado a 70.000, prosigue la ONCE, que indica también que la ONCE y su Fundación destinan íntegramente sus recursos a acción social: Educación, formación, empleo, autonomía personal, cultura, ocio, deporte.

Concretamente, esta institución atendió el año pasado a más de 7.500 niños con discapacidad visual integrados en centros ordinarios y prestó también asistencia a 6.000 personas sordociegas; creó 6.000 empleos nuevos, ayudó a integrar a los 3.500 ciudadanos que perdieron la vista y ha realizado unas 3.000 acciones de accesibilidad para hacer más transitables las ciudades.