Iglesias, que participa hoy con José Luis Rodríguez Zapatero en un mitin en la capital aragonesa, insistió en que los sondeos demuestran que hay “una parte de nuestro electorado que se resiste a decir a quien va a votar”.

Se trata de un elector que tiene “un cierto grado de cabreo” por las medidas adoptadas por el Gobierno para salir de la crisis.

Con todo, los socialistas estiman que están mejor que hace un año, cuando las encuestas les ponían a 14 puntos del PP. “Ahora estamos en horquillas muy ajustadas”, dijo Iglesias a los periodistas.

Como ya dijo ayer Zapatero, el responsable de Organización socialista insiste en que “hay partido y vamos a jugarlo hasta el último día”, porque los indecisos “no dudan entre PP y PSOE, sino entre votar o quedarse en casa”.

La movilización va a ser el objetivo prioritario en la semana que queda de campaña para los socialistas, que reconocen que “cuanto más duro es el discurso del PP, más se polarizan las cosas” y se moviliza su electorado.

Según Iglesias, los populares hacen “equilibrios” entre el mesaje “moderado” y el “más radical” para que “no se le escape el voto de la extrema derecha”, que consiguen con discursos como los de Aznar o Mayor Oreja, cuyo mensaje responde a “una estrategia” determinada. “No van por libre”, insistió.