Así lo indicó durante su participación en este foro organizado por Nueva Economía Fórum al ser preguntada sobre esta cuestión, debatida hoy en la Cámara Baja. La vicepresidenta resaltó que el texto normativo “es en sí mismo una reforma estructural para dinamizar toda la canalización de las inversiones, la ejecución del Plan de Recuperación, sin por ello reducir la eficacia del control, el buen uso y el rigor en la gestión de los recursos públicos”.

Asimismo, subrayó que el real decreto ley “fue consultado con las autoridades comunitarias” y refleja “el compromiso de España con la gestión eficaz y ágil de ese volumen de inversiones previsto en el Plan de Recuperación”.

A este respecto, destacó que los componentes principales del Plan de Recuperación están recogidos en 30 ejes de reformas e inversiones que son “paquetes coherentes”, ya que “se trata de dar un impulso a la inversión pública y que movilice inversión privada, pero también en paralelo hacer reformas que garanticen que ese impulso no se termina en 2023 o 2026, sino que tendrá un impacto estructural a largo plazo”. En concreto, recordó que los cuatro ejes prioritarios sobre los que está diseñado el Plan de Recuperación son la transición ecológica, la transformación digital, la cohesión social y territorial y la igualdad de género.

En este sentido, Calviño apuntó que “hay un extraordinario acuerdo social y político” sobre los aspectos a los que destinar los recursos europeos, como “el impulso de la educación y la FP, modernizar la administración, impulsar la digitalización de las pymes, reforzar la ciencia y el sistema de salud, desarrollar una nueva economía de los cuidados, reforzar las pensiones y nuevas políticas públicas para el mercado laboral”, entre otras.

Para todo ello, afirmó, “el Plan de Recuperación es fundamental”, por lo que resaltó el trabajo del Ejecutivo para “avanzar lo más rápidamente posible para poner todas las piezas necesarias y desplegarlo desde el 1 de enero”.

Así, tras hacer un repaso a los diferentes fondos y mecanismos puestos a disposición por la UE, Calviño indicó que se trata de una serie de “recursos sin precedentes” y de “una red muy importante que tenemos que canalizar de la forma más eficiente posible para impulsar el crecimiento económico, movilizar la inversión privada y ver cuanto antes esa transformación que haga nuestro sistema productivo más eficiente, productivo, competitivo y resiliente ante futuras crisis”.

Así, entre otros aspectos, se refirió a que uno de los aspectos prioritarios en sus próximas conversaciones con las autoridades comunitarias será la agilización del procedimiento de las ayudas de Estado, un control sobre el que declaró que “nos beneficia porque dentro del mercado interior hay países que tienen una mayor capacidad financiera para ayudar a sus empresas y si no tuviéramos un marco que garantice una competencia efectiva nos podríamos encontrar con que las empresas de otros países tienen una ventaja competitiva mayor que las empresas españolas”.

DIGITALIZACIÓN PYMES

Por último, también se refirió al Plan de Digitalización de pymes presentado esta semana por el Gobierno, sobre el que destacó que, junto a otros planes ya presentados anteriormente dentro de la Agenda España Digital 2025, como el plan de conectividad, la estrategia de impulso del 5G, o el de Inteligencia Artificial, suponen un total de más de 15.000 millones de inversión pública orientada a impulsar la transformación digital.

Sobre este punto, apuntó que el Gobierno tiene “objetivos muy ambiciosos” y que uno de los fundamentales es el relativo a la digitalización de las pymes, para lo que existe “una prioridad doble” para, por un lado, agilizar la canalización de los recursos públicos y, por otro, que la inversión en esa transformación digital se realice de forma eficiente.

En concreto, la ministra indicó que para ello “es necesario que todas las pymes tengan toda una caja de herramientas básicas de digitalización que son imprescindibles”, como, mencionó, disponer de una página web, estrategias y capacitación de marketing digital, sistemas de relación digital con la administración y con los clientes, y herramientas de comercio electrónico, para lo que, a su vez, es necesario disponer de “conectividad, ciberseguridad, formación, e impulsar el trabajo en red de las pymes para que aumenten su eficacia y su escala”.