Así lo indicó durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, donde remarcó que están en la “recta final” de un proyecto en el que se comprometieron como equipo de Gobierno al llegar al Ayuntamiento, porque “para nosotros era una prioridad”.

Sanz reconoció que se han producido “algunas dificultades”, pero destacó que la instalación de las cámaras ya está terminada y “solo falta algún trámite” por parte de la Delegación de Gobierno en la Comunidad de Madrid, pero confió en que “en muy poco tiempo estén plenamente operativas y con todas las garantías”.

La portavoz municipal lamentó el retraso en el inicio del funcionamiento de las cámaras de vigilancia como consecuencia de la pandemia y porque “hubo problemas de sabotajes con el corte de los cables de las cámaras, sobre todo en Tetuán”.

La delegada de Seguridad y Emergencias defendió el “efecto disuasorio” de estas cámaras, además del posible uso en el “esclarecimiento de hechos delictivos”. “Era una demanda vecinal muy requerida desde hace muchos años”, apuntó.

Por ello, además del incremento de la presencia policial en estas dos zonas de la capital, Sanz auguró la instalación de estas cámaras servirá como aporte extra de información para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para poder esclarecer los numerosos hechos delictivos que se producían en estos barrios.

Por último, la portavoz del Ayuntamiento explicó que el visionado de las cámaras de seguridad instaladas en la ciudad, además de las cámaras que llevan los agentes encima o en los vehículos, se hace desde el Centro Integrado de Señales de Vídeo (Cisevi), ubicado en la Jefatura Superior de la Policía Municipal, en la Casa de Campo.