Los dos lanzaron un mensaje en clave municipal aprovechando la presencia de más de 5.500 militantes en la tradicional Fiesta de la Rosa de los socialistas vascos, celebrada esta vez en Durango, localidad de Vizcaya gobernada por el PNV y con presencia de ANV.

Los socialistas han querido con esa elección sacar sus grandes actos de sus feudos de voto y apostar por territorios más complicados electoralmente pero donde han crecido en los últimos años y que tienen mucho que decir en la composición de las diputaciones.

Zapatero y López quisieron trasladar la idea de que, pese a no tener elecciones autonómicas, Euskadi también se juega mucho el 22 de mayo, y no sólo por el papel que pueda jugar la izquierda abertzale, a la que ambos dirigieron mensajes específicos.

El presidente insistió en la idea de que la crisis económica se desencadenó por el fracaso de un modelo “que era de derechas” y que los socialistas tratan de combatir apostando por cambios profundos pero preservando las políticas sociales.

Una de las consignas de los socialistas en esta campaña será poner en valor el PlanE puesto en marcha por el Gobierno en la primera etapa de la crisis para mantener la actividad, y que destinó 13.000 millones a inversiones en los municipios.

Por eso el presidente pudo ejemplos concretos de centros educativos, deportivos, asistenciales, calles y parques que se han construido o se han remozado gracias a esas inversiones.

FRENAR A LA DERECHA

López incidió también en ese mensaje al asegurar que los socialistas deben seguir siendo “dique de contención” frente a quienes quieren aprovechar la crisis económica para “desmantelar lo que tanto esfuerzo nos ha costado construir”.

“Estamos hartos de que nos den doctrina, de que pontifiquen sin moverse del sofá, sin comprometerse nunca en nada, pretendiendo que todo vaya mal para ganar las elecciones”, denunció el lehendakari.

Frente a quienes señalan los recortes como mayor seña de la gestión de Rodríguez Zapatero, López le defendió como “el presidente de los derechos y las libertades” por haber liderado las grandes políticas de igualdad, por haber subido las pensiones y el salario mínimo más que en la etapa del PP a pesar de la crisis, y haber extendido la prestación por desempleo a pesar del aumento del paro.

Llega un momento en que cada cual tiene que aceptar su responsabilidad, dijo López, y se ve como “inaceptable” que el PP quiera gobernar “a costa de que todo vaya mal”.

“Sabemos en contra de qué están” porque se opusieron al PlanE, a los ajustes y a buena parte de las reformas, “pero ¿podemos saber de una vez por todas y con claridad, a favor de qué están?”. Mariano Rajoy, advirtió, “algún día se tendrá que levantar del sofá, se tendrá que remangar y decir qué está dispuesto a hacer por este país”.

Quien prefiere que su país “vaya mal” para poder ganar, y opta por “callar y mirar a otro lado en lugar de encarar los problemas, ni se merece llegar a La Moncloa ni se merece siquiera ser considerado líder, ni de la oposición ni de nada”, proclamó.

Patxi López alertó a los vascos de que hay que seguir derribando las dos “fronteras interiores” que existen en Euskadi, la de la desigualdad entre ciudadanos y la de “identidades enfrentadas”, de las que responsabilizó en buena medida a las décadas de gestión del PNV.

Seguir derribando esas fronteras “o dejar que algunos las sigan levantando”, aseguró, “está en juego” en las próximas elecciones del 22 de mayo en los municipios del País Vasco y en sus tres diputaciones forales.