Rajoy expuso las líneas básicas de su iniciativa ante un grupo de pequeños empresarios reunidos en Utopic_US, una incubadora privada de empresas.

Aunque no especificó el momento en el que presentará su propuesta, dio a entender que será antes de que finalice la legislatura.

El objetivo será impulsar la creación de nuevas empresas mediante normas de simplificación administrativa y de unidad de mercado.

En ese sentido, preve la reducción de los plazos necesarios para la creación de empresas y de los costes de constitución, que se equipararían con los demás países europeos, así como la aprobación de un cuerpo legislativo específico para garantizar la unidad de mercado, es decir, normas similares en todos los puntos de la geografía nacional.

La propuesta del PP contemplaría diez medidas para la financiación de la actividad emprendedora, la incorporación de programas de capital semilla, y la regulación del capital riesgo.

También, bonificaciones de intereses en préstamos para emprendedores y pymes al inicio de la actividad a través del ICO, y financiación con avales y microcréditos a la actividad empresarial puesta en marcha por jóvenes y por mujeres.

Según el PP, el objetivo prioritario de los próximos cuatro años debe ser la reducción del paro, y para conseguirlo es necesario que las administraciones cumplan la ley de morosidad y se establezcan líneas de ayuda a empresarios y autónomos que se encuentren en dificultades, en programas "de segunda oportunidad".

El PP preve también en su iniciativa programas para la transmisión generacional de las empresas, la cofinanciación de actividades emprendedoras con el centro de desarrollo tecnológico industrial, y la posibilidad de capitalizar al cien por cien la prestación por desempleo para la implantación de un negocio.

Además, Rajoy insistió en la necesidad de reducir el Impuesto de Sociedades para las pequeñas empresas, aunque precisó que "no se puede decir que vamos a bajar todos los impuestos, porque eso sería una tontería".

Reiteró su propuesta de vincular el pago del IVA al cobro de las facturas, y de abordar una reforma laboral que aumente "la flexibilidad y la libertad”, porque sería positivo "tanto para los empresarios como para los trabajadores”.

Abogó asimismo por impulsar un cambio de mentalidad en la sociedad para que los ciudadanos no vean a los empresarios como "un ricachón que tiene un barco a la puerta” sino como a las personas “imprescindibles" para la recuperación de la economía, la creación del empleo y la salida de la crisis.

Advirtió además sobre la necesidad de invertir en sectores emergentes como el turismo, pero sin dejar de lado la construcción, que en su opinión "debe seguir siendo importante", con lo que rechazó de plano la "demagogia barata" de quienes abogan por pasar página de esa actividad económica.