La gran magnitud del terremoto, que se ha saldado con alrededor de 9.000 víctimas mortales, más de 13.000 desaparecidos y la desolación de amplias zonas del país, unida a la incertidumbre que provoca la amenaza radioactiva de la central de Fukushima, intensifican, en palabras de Gallardón, "nuestra solidaridad con un pueblo admirable, ejemplarmente digno, cívico y trabajador, que da cumplida prueba de veneración a sus mayores y protección a sus pequeños".

Gallardón, que pidió a Takahashi que transmitiera esa solidaridad a todos sus compatriotas, recordó que la tragedia japonesa se inició en un día marcado por el luto en la historia de la capital española, el 11-M.

"Se cumplían siete años de otro 11 de marzo", recordó el alcalde, "el de los atentados de Madrid que llenaron de luto nuestra ciudad y nos recordaron lo que significa sufrir como consecuencia, entonces, no de las fuerzas de la naturaleza, sino del odio que a veces albergan los seres humanos".

"Sabemos", prosiguió, "que ese dolor, como el recuerdo de aquellos a quienes perdimos, no se borra ni se atenúa, pero que hay también un modo de no sucumbir definitivamente a él: intentar vivir las vidas que las víctimas hubieran querido para sí y para los demás".

GRULLAS DE PAPEL

Gallardón señaló que el Ayuntamiento se sumará también a la jornada de solidaridad que Casa Asia y la Fundación Consejo España-Japón van a organizar en la sede de la primera el próximo sábado, entre las 11.00 y las 18.00 horas, en donde los madrileños podrán hacer una grulla de papel.

"La grulla", explicó Gallardón, "es en Japón un símbolo tradicional de longevidad y de paz". Unir un millar de grullas en una guirnalda (Senbazuru) es una arraigada tradición para transmitir los augurios para una pronta mejoría a los familiares y amigos.

"El sábado, los madrileños podrán formar una cadena de mil grullas como silencioso homenaje a un pueblo que, pese a la distancia geográfica, hoy sentimos más cercano que nunca", manifestó Gallardón, quien transmitió su confianza en la capacidad de los japoneses para vencer a la adversidad.