La base de Iberia Airport Services ya ha acogido a más de 60 aviones de distintas compañías que operan en la capital. Esta tarea ralentiza la salida de los vuelos, pero desde la compañía han señalado que es “absolutamente” necesaria para garantizar la seguridad.

Para llevar a cabo este proceso, las máquinas de deshielo de Iberia aplican glicol sobre los planos y otras zonas de los aviones primero para retirar el hielo o nieve depositado, y después para evitar que esas mismas zonas se vuelven a congelar.

Los trabajos de deshielo requieren la coordinación de los equipos de deshielo y la torre de control que da entrada y salida de los aviones de las bases de deshielo.