Este avance en la transición energética de Enel forma parte de su Plan Estratégico 2021-2023, con el pretende adelantar también la fase de eliminación del carbón dentro del grupo para 2027, en vez de 2030.

De esta forma, la compañía se quedaría en una buena posición para lograr su objetivo de descarbonización, situado en una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del 80% en 2030 en comparación con los niveles de 2017, y allanaría el camino para alcanzar la total descarbonización que pretende para 2050.

El cierre de la primera unidad de 128 megavatios, perteneciente a su última central de carbón, Bocamina, supone “un hito histórico” en la presencia de la compañía eléctrica en Chile, según las declaraciones del gerente de Global Power Generation del Grupo Enel, Salvatore Bernabel, quien aseguró que se completará en mayo de 2022 con la clausura de la segunda planta que supondrá el cierre definitivo de la planta.

En este sentido, el dirigente de Enel aseguró que la compañía pretende generar 2,4 gigavatios de energía renovable para 2023 y convertirse en la primera generadora eléctrica en cerrar todas sus centrales de carbón en Chile.