Año Nuevo
El Plan Nacional sobre Drogas se fija una “línea continuista” para 2021
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La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD) se ha fijado una “línea continuista” para el próximo ejercicio 2021 con respecto al trabajo realizado por la anterior dirección y con el impulso al proyecto de ley de alcohol y menores como uno de sus principales retos.
Así lo aseguró, en declaraciones a Servimedia, el nuevo delegado del Gobierno para el PNSD, Joan Ramón Villalbí, quien aseguró que la delegación va a “trabajar duro” en el impulso a dicho proyecto de ley con el objetivo de tener un borrador avanzado “muy pronto”, poder “hablar con todas las partes implicadas” y presentar el anteproyecto en las Cortes.
Villalbí accedió hace mes y medio a un cargo al que se incorporó “sin dudarlo” y que afronta como “un reto” y con “honor” tras un “traspaso exquisito” de competencias por parte de su antecesora, Azucena Martí. Lidera, además, un equipo “muy bien preparado, de gente muy competente, comprometida y muy ilusionada”.
Todo ello, en un contexto “de mucho cambio” porque, a su entender, la pandemia ha afectado al consumo de sustancias, a la oferta y a la capacidad de los servicios para responder a las necesidades de ayuda de las personas con estas adicciones, si bien reconoció que se tardará tiempo en poder tener una visión global “basada en datos y sólida”.
Para el delegado del Gobierno, “lo que sí sabemos” es que la pandemia ha disminuido la oferta de sustancias ilegales y esto se ha notado en el consumo de algunas sustancias como los opiáceos, ya que, según su experiencia, la situación ha llevado a gente que estaba consumiendo de forma “relativamente estable desde hacía tiempo” a buscar ayuda porque, “de pronto, tenían dificultades de suministro y han pensado que era momento romper con su adicción”.
Además, los servicios de atención a las adicciones tuvieron una “mayor demanda justo en el momento en que estaban más precarios y se combinaron ambas cosas”, si bien se mantuvieron buscando “nuevas fórmulas” para garantizar tratamientos sustitutivos y servicios de reducción de daños.
GRANDES CIUDADES
Junto a ello, grandes ciudades como Barcelona, Cartagena, Madrid o Málaga, han tratado de “encontrar soluciones” a problemas que la pandemia reveló “con más agudeza”, aunque ya existían, como el problema de los usuarios de drogas “sintecho”.
Tras precisar que los traficantes “han encontrado maneras de restablecer sus caminos para ponerlas en el mercado”, por lo que en estos meses también aumentó la oferta de sustancias quizá “más adulteradas, de menos calidad y más caras”, Villalbí subrayó que también se han impulsado proyectos innovadores “en condiciones muy adversas”, que la delegación “sigue con mucho interés” y que intentará “apoyar para que se mantengan pasado este periodo, porque son muy necesarios”.
En paralelo, advirtió de que el menor consumo de alcohol que se ha observado durante el periodo de confinamiento es “una lección interesante desde el punto de vista internacional”. “Ver cómo una limitación de la oferta ha derivado en un menor consumo es una lección interesante, ya veremos a largo plazo”, sentenció, al tiempo que agregó que la crisis también ha tenido un impacto “muy negativo” en los programas de prevención, que no han podido desarrollarse en toda su extensión.
Con todo, aseguró que los profesionales del ámbito de las adicciones en España son “gente con compromiso, vocación y una capacidad de entrega extraordinaria, que han estado trabajando en condiciones muy adversas, que han sacado fuerzas de flaqueza y que han afrontado retos nuevos”.
Por estas razones, la delegación del Gobierno para el PNSD está recopilando historias de estas innovaciones para compartirlas con otras organizaciones con el fin de que estas “buenas prácticas” puedan ser “ampliadas, contrastadas, copiadas y sirvan de inspiración para otros”.
HISTORIA DE ÉXITO
Villalbí defendió que la del PNSD es una “historia de éxito” avalada por 35 años de trayectoria y recordó que el organismo fue impulsado por Santiago de Torres para “responder” a la crisis “dramática” que planteó la entrada “masiva” a España de heroína entre finales de los años 70 y principios de los 80.
Una crisis “para la que no había servicios, ni conocimiento ni capacidad de respuesta y que ocasionó un desastre, sobre todo en algunos entornos”. “El Plan Nacional sobre Drogas fue una respuesta desde el Gobierno central muy basada en la ciencia y el conocimiento”, apostilló, convencido de que España ha logrado crear una buena red de respuesta con un enfoque “muy profesional y muy serio de un servicio público que responde a un problema e intenta aliviarlo” y merced a una “capacidad y un compromiso extraordinario de sus profesionales”.
(SERVIMEDIA)
31 Dic 2020
MJR/pai