Arrancaba el ejercicio en los 67,30 puntos y llevó a tocar los 155 a mediados de abril a la luz de los impactos que apenas se adivinaban con el cerrojazo de las economías y negocios para parar el contagio de un virus originario de China.

El anuncio del inicio de la vacunación y la, entonces, solo expectativa de acuerdo para el periodo ‘postBrexit’ ayudaron, a su vez, a fijar un suelo anual en 59,10 puntos el pasado día 13, muy cercano al cierre final del ejercicio.

Nada que ver con la anterior recesión, la de la crisis financiera originada en el 2008 en Estados Unidos con el estallido de las hipotecas ‘subprime’, y que en España disparó la prima de riesgo por encima de los 612 puntos en medio del ataque especulativo contra toda la deuda ‘made in Spain’.

Si bien el Tesoro tuvo que pagar extraprecios de hasta el 7% en algunas emisiones de letras en aquel momento para poder captar dinero, este año ha conseguido reducir el coste medio de financiación a un mínimo histórico del 1,86%, elevar el vencimiento medio de la deuda por encima de los 7,7 años y colocar letras con tipos negativos en lugar de pagar.

Son hitos que cobran mayor relieve cuando el Tesoro ha tenido que efectuar una emisión de deuda neta por valor de 109.922 millones de euros, cifra de una envergadura colosal frente a sus proyecciones para financiar las medidas sociales y económicas de apoyo aprobadas por el Gobierno para ayudar a empresas, autónomos y familias a encarar la difícil situación creada por el Covid-19.

La clave detrás de la que será la mayor caída anual del PIB en España desde que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) arrancó sus estadísticas en los años 70 y algunos estadistas retrotraen a la Guerra Civil (en el 1936 cayó un 19,5%) está en la rápida y decisiva actuación de todas las autoridades para encarar la crisis sanitaria y sus impactos de manera global.

De forma específica ha ayudado el Banco Central Europeo (BCE), como ya hiciera en el 2012 cuando la prima de riesgo amenazaba la financiación del Tesoro, aunque con una mayor artillería que entonces y de forma anticipada.

En diferentes decisiones, el organismo ha dispuesto más de 1,3 billones de euros de financiación a las entidades financieras para evitar problemas de financiación y permitir el fondeo del dinero necesario para enfrentar la crisis sanitaria y económica. Además, ha mantenido vivo el programa de compras de bonos soberanos y corporativos con otros 120.000 millones de euros. Condiciones que seguirán abiertas hasta mediados del próximo año.

A diferencia del 2018, los inversores, autoridades y expertos confían que esta crisis sea acotada en el tiempo y la actividad se reanude con la normalización de la vida cuando se ponga coto al Covid con las vacunas.

La lucha contra el virus en todos los países ha confinado o paralizado, total o parcialmente y durante largas semanas, a actividades que representan cerca del 70% de la economía mundial. Traído a España, diferentes organismos prevén una contracción del PIB de alrededor del 12% este año, para rebotar con fuerza al siguiente más del 5%.