Son datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que constatan el impacto de las restricciones en la movilidad, pero también una mejora sustancial frente al segundo trimestre, cuando el número de viajes se había desplomado un 82,1% y su gasto caída un 89,0%.

El tercer trimestre coincidió con la reactivación progresiva de la actividad tras las limitaciones del estado de alarma, pero también con la reanudación de algunas restricciones por la segunda oleada del Covid-19.

Durante el tercer trimestre varias comunidades autónomas procedieron al confinamiento de zonas concretas para evitar rebrotes del virus, con lo que ello implica de privaciones o restricciones de movilidad en determinadas áreas.

A la vez, muchos países extranjeros mantuvieron medidas restrictivas a los viajeros residentes en España para acceder a sus territorios, tales como cuarentenas, solicitud de test PCR o prohibiciones de entrada.

Con ese escenario, el número de viajes se contrajo un 24,5% interanual en el trimestre: con descensos del 22,6% en las pernoctaciones y del 44,1% en el gasto de los residentes, que se limitó a 10.783 millones de euros.

De todos los viajes, el turismo con destino al extranjero resultó ser el más afectado, con caídas del 79,3% en viajes, del 79,9% en pernoctaciones y del 86,5% en gasto.

Por meses, el peor parado fue septiembre, ya que sufrió un descenso del 32,3%; seguido por el mes de julio (–27,2%) y agosto (–17,3%). Las limitaciones, sobre todo en fronteras, hacen que en el conjunto del trimestre, más de la mitad de los viajes fueran a destinos dentro de la comunidad autónoma de residencia.

No en vano, la Comunidad de Madrid, la de Valencia y Aragón son las comunidades que más redujeron sus viajes respecto al tercer trimestre de 2019. Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura son las que menos.

Por tipo de transporte y ante el miedo al contagio, el 88,5% de los viajes se realizaron durante este trimestre en vehículo propio, una tasa superior al 77,8% contabilizada en el mismo trimestre del año pasado.

SE UTILIZA EL COCHE PROPIO

Por su parte, los viajes en transporte aéreo, autobús y tren disminuyeron un 72,8%, 60,1% y 51,4%, respectivamente. Por tipo de viaje, los relacionados con motivos profesionales y por ocio fueron los que más acusaron la situación, con retrocesos del 32,7% y 28,6%, respectivamente. Dentro de estos últimos, los que más bajaron fueron los viajes por motivos culturales, que se contrajeron un 70,7%.

Además, las pernoctaciones en alojamientos de no mercado coparon el 70,0% del total, frente al 61% de un año antes. Las hoteleras bajaron del 17,0% al 9,3% del total. Entre los viajes que utilizan alojamientos de mercado, los que menos bajaron son los que emplearon el alojamiento rural, cuyo descenso se limitó al 4,4% interanual. Finalmente, el excursionismo disminuyó un 15,8%, con reducciones mensuales del 13,9% en julio, 14% en agosto y 20,4% en septiembre.