Así lo señaló durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al ser preguntada sobre esta cuestión que era ya una reclamación de diversas comunidades autónomos de cara a la reforma del sistema de financiación autonómica, que lleva sin actualizarse desde 2009 y cuya modificación es un compromiso salido de la Conferencia de Presidentes celebrada en enero de 2017 bajo el Gobierno de Mariano Rajoy.

Desde entonces, varios grupos de expertos, en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, han trabajado en el análisis de propuestas para la reforma del sistema de financiación autonómica, entre ellas la armonización fiscal, pero esta medida volvió al primer plano informativo la semana pasada cuando el Gobierno y ERC, en el marco de las negociaciones sobre los Presupuestos de 2021, pactaron la creación de un grupo de expertos para abordar la armonización.

A este respecto, y ante las quejas del PP y especialmente del gobierno autonómico de Madrid, Montero apuntó que “no se trata de un debate nuevo” surgido a raíz del pacto con ERC, sino que “llevamos años discutiendo”, y que diversos presidentes autonómicos e incluso ella misma cuando era consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía han inquirido al Gobierno central sobre la necesidad de establecer unas horquillas de tipos impositivos que marquen los límites en los que las comunidades autónomas puedan bonificar determinados impuestos.

En este sentido, Montero recordó que el actual presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, votó anteriormente a favor de la armonización fiscal, pero que tanto él como otros líderes autonómicos del PP “ahora se desdicen” para seguir “el toque de corneta” de su partido en contra del Gobierno.

Así, la titular de Hacienda resaltó la necesidad de acometer la armonización con el objetivo de que haya “unas reglas de juego similares” para todas las comunidades y que aquellas que tienen mayor capacidad económica por su condición de capital o de centro económico no tengan a su favor “un efecto de atracción de empresas o efecto sede” al poder permitirse rebajar impuestos que otras comunidades necesitan para sustentar su Estado del Bienestar.

Asimismo, la ministra subrayó también la importancia de evitar una deslegitimación de impuestos como el de Patrimonio y el de Sucesiones y Donaciones, sobre los que recordó, ante las quejas de quienes consideran que la armonización atenta contra la autonomía de las comunidades, que se trata de impuestos estatales cuya recaudación y capacidad normativa están cedidos a las autonomías pero en los que la capacidad regulatoria es del Gobierno central.

Además, aseguró que la intención de armonizar estos impuestos no va contra un territorio en concreto, por lo que criticó el “victimismo que algunos se quieres adjudicar en su estrategia política”, en relación al PP y al gobierno autonómico de Madrid, y resaltó que precisamente las dos figuras fiscales deslegitimadas y “que prácticamente ha eliminado” el ejecutivo madrileño son “las que están asociadas a la riqueza”.

En cualquier caso, Montero aseguró que todavía no se ha iniciado el análisis concreto sobre las horquillas en las que fijar estos impuestos, y declaró que se trata de “un debate sano, que no se hace contra ningún territorio”, sino para preservar la unidad de mercado, y que es necesario afrontarlo “sin prisa pero sin pausa”.