Inmigración

La inmigración dinamiza la España rural y se convierte en el principal antídoto contra el envejecimiento

MADRID
SERVIMEDIA

La inmigración se ha convertido en el principal antídoto contra el envejecimiento y la despoblación en la España rural, dinamizando la economía de estas zonas y generando entornos diversos y cosmopolitas.

Así queda reflejado en uno de los artículos que incluye el nuevo dossier del Observatorio Social de la Fundación 'la Caixa', titulado ‘Inmigración: retos y oportunidades’, que se presentó este miércoles, firmado por Luis Camarero, de la UNED, y Rosario Sampedro, de la Universidad de Valladolid.

Los autores explican que la llegada de población extranjera a los municipios rurales está cambiando lentamente la composición demográfica de estos lugares, ya que los inmigrantes llegan a ellos con edades que facilitan tener hijos o tienen la intención de solicitar la reagrupación familiar.

De media, uno de cada cinco nuevos habitantes en el medio rural tiene origen extranjero. Es especialmente significativo que este aporte sea más intenso en los municipios de menor tamaño, en los que el despoblamiento y el envejecimiento han reducido drásticamente la natalidad; en ellos una cuarta parte de los menores tiene origen foráneo.

“Paradójicamente”, destacan los autores, “los municipios de menor tamaño, los que no llegan a los 1.000 habitantes, ofrecen tanta diversidad de orígenes como las áreas urbanas a estas generaciones”, y afirman que, en la actualidad, “el peso que tiene la población extranjera en las áreas rurales es notable”.

Otro aspecto que consideran que merece resaltarse es que los desplazamientos se abren a nuevos lugares y a nuevos mercados laborales, ya que los enclaves que reciben población no son únicamente los cercanos a las regiones del litoral mediterráneo, sino que se amplían a territorios del interior más despoblados.

“Los efectos a medio y largo plazo de esta nueva composición poblacional son y serán sustanciales, tanto cultural como sociológicamente. Los habitantes rurales son pocos, pero diversos y cosmopolitas. Suponen un capital social que, sin duda, transformará la España rural”, indican.

MÁS SOLICITUDES DE ASILO

El dossier, que empieza con el barómetro general con indicadores sobre temas sociales, demográficos y económicos y a continuación plasma los que relacionan la inmigración con las dimensiones sociales más relevantes y los retos a los que se enfrenta España, señala que las solicitudes de asilo procedentes de países extracomunitarios se han multiplicado por 12 en los últimos diez años en España.

Ese 2018, la renta mediana equivalente de los individuos nacidos en el extranjero era un 37,8% más baja que la de los nacidos en España y la tasa de ocupación de la población extranjera con educación superior era 9,2 puntos inferior a la de la población autóctona.

El 37,1% de la población ocupada de origen extranjero tenía contratos temporales y el 19,3% a tiempo parcial, 13 y 6 puntos más respectivamente que la población de origen autóctono. Además, el porcentaje de mujeres que ni estudian ni trabajan es mucho más alto en España entre las mujeres de origen extranjero que entre los hombres (27,8% respecto al 21,6%)

Por otra parte, la población de origen inmigrante tiene más probabilidades de residir en viviendas sobreocupadas. En 2018, el 13,2% de la población de origen extranjero en España residía en viviendas sobreocupadas, frente al 3,2% de la población autóctona.

(SERVIMEDIA)
02 Dic 2020
GJA