Así lo aseguró durante su participación en este encuentro online organizado por Nueva Economía Fórum con motivo del Día Universal de la Infancia, que se celebra este viernes.

Suárez destacó que este es un problema que “no podemos resolver solos en España”. Se necesita la participación de los países de origen y “políticas generales por parte de la Unión europea que den respuesta a las necesidades de los estados".

Afirmó que el sistema nacional de acogida para menores tiene en general "un buen funcionamiento", aunque admitió que “puede verse muy presionado” cuando ocurren episodios de este tipo. "Lo mismo sucede con el sistema de acogida para adultos”, recalcó.

Suárez expresó su “profunda preocupación” ante la atención que reciben los menores no acompañados en el sistema de protección en España. Lamentó que “representan un porcentaje ínfimo -entre 12.000 y 13.000 niños y adolescentes- en el conjunto de la infancia española, pero no les estamos dando las soluciones que merecen y precisan". Además, resaltó que son niños que viajan y llegan a España “sin una persona adulta que les sirva de guía”, lo que les coloca en situación de gran vulnerabilidad.

Por otro lado, indicó que, aunque estos menores tienen acceso al sistema educativo cuando ingresan en el sistema, “se encuentran con dos problemas considerables de integración".

“Por un lado, debemos proporcionarles los medios y recursos suficientes” para que puedan formarse en igualdad de condiciones, y al mismo tiempo "impulsar una estrategia social donde la educación y la formación se les presenten como oportunidades atractivas”.

El presidente de Unicef España lamentó que en cuanto cumplen 18 años, “estos jóvenes se ven en la calle sin ninguna protección, y muchos de ellos carecen de formación y de experiencia laboral” para integrarse en el mercado de trabajo. “Por eso, debemos ser capaces de ofrecerles una capacitación y una formación con las que puedan responder a las exigencias sociales” que se les van a plantear, concluyó.