“La última agresión al pluralismo democrático que supone el sistema de monarquía parlamentaria, que inauguramos en 1978 como mejor proyecto de ciudadanos libres e iguales con la Constitución, se ha producido en el tan sensible ámbito de la educación y en este caso del idioma”, destacó.

Consideró que “han decidido que el español deje de ser la lengua oficial del Estado en todos sus territorios y vehicular en las aulas y esto es una clara vulneración de la Constitución”. “En otras palabras: el español quedará erradicado de algunos territorios de nuestra nación, y no solo de hecho sino por ley”, manifestó.

Afirmó que “vivimos en un momento en el que han decidido expulsar a españoles de España y no lo vamos a consentir” y señaló que “esta decisión atenta contra el espíritu y la letra de nuestra Constitución que declara al español lengua oficial en toda la nación, sin menoscabo del uso en sus territorios respectivos de las demás lenguas españolas porque todas lo son, el castellano es español, como lo es el gallego, o como lo es el euskera”.

Esta consideración del español es, a su juicio, “una absoluta irresponsabilidad política y cultural que privará a muchos niños españoles de la lengua que nos une al resto de sus compatriotas y a 600 millones de personas en todo el mundo”.