En La Moncloa, según las fuentes consultadas por Servimedia, se mantienen en la intención de cerrar un acuerdo con el PP que les lleve a la paralización de la reforma legal presentada por el PSOE y Podemos, pero sostienen que no hay avances significativos pese al diálogo "fluido” entre los interlocutores de ambas partes.

Incluso cuando estuvo congelada la negociación, la “buena relación” entre el ministro de Justicia y el consejero del ramo de la Comunidad de Madrid permitió que los contactos siguieran.

“Casi a diario” hablan Campo y López por una cosa o por otra, señalan fuentes gubernamentales, que apuntan que aún no se percibe próximo un acuerdo como el que se llegó casi a cerrar a finales de agosto.

En este sentido, fuentes de la cúpula nacional del PP explican que “por ahora no hay ninguna novedad” sobre el CGPJ y trasladan que Sánchez y Casado no hablan directamente sobre este tema desde su última reunión en el Palacio de la Moncloa el pasado 2 de septiembre.

Aunque desde La Moncloa no corroboran que no haya comunicación entre Sánchez y Casado desde entonces, sí apuntan a que el presidente, y se atreven a decir que también el líder de la oposición, han delegado estas cuestiones en sus dos colaboradores y su participación sólo se producirá, como ya pasó en agosto, cuando el acuerdo parezca cerrado.

Desde Génova insisten en que sus requisitos son “claros” y “los de siempre” y que en primer término pasan por la retirada -que no congelación- de la propuesta para la modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial que registraron los partidos del Gobierno en el Congreso de los Diputados. También reclaman que Podemos quede al margen del proceso y un compromiso para avanzar hacia la “despolitización”. “Nuestras condiciones siguen ahí”, recalcan desde Génova, aunque sí existe la interlocución habitual entre López y Campo.

En todo caso, las fuentes de la dirección del PP consultadas por Servimedia inciden en que “novedad” como tal “no hay ninguna” y subrayan que la primera condición “y la más apremiante” es que se retire la reforma del PSOE y Unidas Podemos porque “va en contra de la separación de poderes y ha sido criticada por jueces, fiscales y la Unión Europea ni más ni menos”.

Además, Génova avisa de que “lo que no ayuda en ningún caso es que el Gobierno humille a los españoles” al “blanquear a EH Bildu” en la negociación presupuestaria, al contentar a ERC con la exclusión del castellano como lengua vehicular y ahora con una “reforma del Código Penal para bajar las penas a los condenados por sedición y fugados como Carles Puigdemont”.