Así lo formuló en una rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, en la que dijo que poner esta condición significa que “elija como línea roja el discurso del ‘A por ellos’ de la plaza de Colón”, en referencia a la manifestación de enero de 2019 en la que el PP, Vox y Ciudadanos coincidieron en denunciar la política del Gobierno del PSOE en solitario en relación al conflicto político de Cataluña.

Echenique añadió que atacar la inmersión lingüística, en su opinión “un modelo exitoso”, es “abrir una guerra entre lenguas, una guerra entre territorios”, y que “en el momento en que sitúan esa línea roja” para apoyar los Presupuestos “ya nos están diciendo desde Ciudadanos que no los van a apoyar”.

Todavía más drástico se mostró, en otra rueda de prensa, el secretario primero de la Mesa del Congreso y diputado de En Comú Podem, Gerardo Pisarello, para quien esa posición respecto al castellano tiene “un cierto aire preconstitucional”, dado que la Carta Magna fue “respetuosa con la diversidad lingüística y nacional”. “Es una reacción que se sitúa en un escenario preconstitucional”, abundó. “ Ciudadanos, con estas posiciones negacionistas de la diversidad, se ha autoexcluido prácticamente de estas negociaciones”.