Desde Ciudadanos explican así la posición avanzada horas antes por la presidenta del partido, Inés Arrimadas, que enumeró las principales condiciones de su partido en el ámbito puramente presupuestario, pero también otras dos ajenas a ese proyecto y que son también “líneas rojas”: la retirada de esa enmienda y el compromiso por escrito de que no habrá un referéndum soberanista en Cataluña.

Ciudadanos asegura que no ha habido cambio de posición porque siempre dejó claro que no se levantaría de la mesa de negociación presupuestaria por esa enmienda en la Ley de Educación y que en todo momento tendería la mano al Gobierno para “mejorar” los Presupuestos.

Esa posición sigue vigente, aseguran, al comenzar una segunda fase, cuando ya está aprobado el proyecto por parte del Consejo de Ministros, que contiene las primeras condiciones de Ciudadanos, y llegan las enmiendas de totalidad, a las que el partido de Arrimadas votará en contra, comenzando así la negociación más detallada de las cuentas.

Al comenzar esa segunda fase, argumentan, es cuando Ciudadanos ha puesto sobre la mesa sus condiciones, tanto económicas (ayudas directas a los sectores más afectados y medidas de conciliación para los trabajadores con hijos en cuarentena) como políticas.

Aseguran que esa enmienda a la Ley de Educación fue “una trampa” de ERC, puesta justo después de que Ciudadanos se sentara a la mesa de negociación con el Gobierno, para intentar expulsar al partido de esa negociación.

Si Ciudadanos hubiera caído en esa trampa, aseguran, y hubiera tirado la toalla dando por imposible la negociación presupuestaria, ERC habría seguido incrementando sus exigencias al Gobierno, que se habría quedado sin una opción y se vería obligado a pagar más caro aún el apoyo de los independentistas.

Precisan, en ese sentido, que por el momento es sólo una enmienda aprobada en Comisión, y que hay tiempo de retirarla o incluso de derogarla, y Ciudadanos estará en la mesa hasta el último momento.

Sobre el compromiso de que no haya un referéndum en Cataluña, recuerdan que Pedro Sánchez ya lo firmó con Albert Rivera en el llamado ‘pacto del abrazo’ y que no reclaman que Unidas Podemos renuncie a respaldarlo, sino que el Ejecutivo se comprometa a no impulsarlo.

Dando un paso más respecto de lo avanzado por Arrimadas, la dirección de Ciudadanos precisa no sólo que esas son condiciones imprescindibles para apoyar los Presupuestos, sino que, en caso de que el Gobierno aceptara todas sus sugerencias puramente presupuestarias, pero no esos dos aspectos más políticos, el voto de Ciudadanos sería negativo.