Según detalló en el 'XI Encuentro del Sector Financiero' realizado por KPMG en colaboración con Expansión, American Express y Microsoft, las razones que empujan a las entidades a encarar la fusión “son estructurales”, derivadas de un entorno donde los tipos “van a seguir negativos per sécula seculorum” por culpa de la crisis creada por la pandemia”, indicando que los mercados descuentan que el tipo ‘fordward’ no pase a ser positivo hasta mediados de 2031.

Son “más de once años” con unos tipos así, lo que obliga a mirar dicha realidad como algo “estructural” y, “una vez lo asumes, lo único que puedes es buscar vía de ingresos y ser más eficiente”, refirió. En este punto indicó que la combinación con Bankia convierte a Caixabank en “más eficiente”. “Es una entidad grande que mueve verdaderamente la aguja”, afirmó, señalando que hay además “sintonía” entre ambas entidades derivada de su origen como cajas de ahorros, además de ser “dos entidades bien capitalizadas y saneadas”.

Gortázar explicó que el 98% de las plantillas están volcadas por completo en la actividad rutinaria con clientes, mientras que otro 2% está trabajando también en tener todo preparado desde el punto de vista legal para lanzar la operación cuando reciba las pertinentes autorizaciones y ver cómo desarrollar la integración tecnológica y operativa, que hará que funcione como una entidad única de cara a los clientes.

Tras la aprobación de la operación por parte de los Consejos de Administración, están pendientes del informe que debe elaborar el experto externo nombrado por el Registro Mercantil para convocar a sus Juntas generales de accionistas, “una cosa que esperamos hacer relativamente pronto”, señaló. Luego quedaría pendiente recibir las autorizaciones para completar la fusión legal, algo lo que espera para “el primer trimestre del año 21”.

Lo que no quiso es desvelar el rol que jugará y la función que ocupará el consejero delegado actual de Bankia, José Sevilla, en el banco fusionado o el destino del actual presidente de Caixabank, Jordi Gual, afirmando que se sabrá “cuando llegue el momento”. Gortázar se limitó a señalar que tienen un “papel crítico, fundamental” que jugar porque “son dos profesionales extraordinarios y por tanto, en lo que están centrados es en los próximos dos trimestres”, por esa “profesionalidad y con esa lealtad a sus instituciones” que ponen “el interés a la institución por delante” e indicó que se sabrá “cuando llegue el momento”.

Preguntado por el desempeño de la economía y su impacto en impagos, indicó que este año la morosidad en España no llegará al 5% después de que al inicio de estallar la pandemia pronosticase una horquilla del 4-5%, gracias a medidas como los avales para empresas, Expedientes de Regulación Temporal de Empleo y protección de rentas. Sin embargo, sí consideró que subirá el próximo año y habrá “una serie de empresas en una situación tal que no van a ser viables”, aunque confía que sí lo sean “la mayoría” y puedan recuperar su actividad cuando el Covid-19 quede atrás.