El Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que animó “a todos los actores políticos y a la población” a conservar una “actitud pacífica” hasta el momento en que finalice el escrutinio. Por último, dejó claro que España “acompaña a las instituciones y a los ciudadanos bolivianos en este ejercicio democrático”.

Los sondeos a pie de urna conceden la victoria en primera vuelta al Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales, que concurría con Luis Arce como cabeza de lista, unas estimaciones de voto que han llevado a la autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, a felicitar a Arce.

España y Bolivia vivieron una crisis diplomática el pasado mes de diciembre luego de un incidente en la Embajada de México en el país andino, donde se encontraban refugiados colaboradores de Morales, que desembocó en la expulsión de la encargada de negocios de la legación española, Cristina Borreguero, y del secretario de la misma, Álvaro Fernández Baquerín.

Este hecho provocó que Exteriores decidiera mantener en España a su embajador en Bolivia, Emilio Pérez de Ágreda, quien en ese momento se encontraba en el país coincidiendo con las fechas navideñas.

Unos meses después la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, se vio con su homóloga boliviana, Karen Longaric, en Montevideo (Uruguay), con quien acordó normalizar la relación entre ambos países, una normalización que comenzó a fraguarse el pasado mes de agosto cuando se concretó el intercambio de encargados de negocios en las respectivas embajadas, de la que la designación de Francisco Javier Gassó este mes de octubre es continuadora.

Al mismo tiempo, España se dispone a nombrar un nuevo embajador en Bolivia, plaza que está vacante desde diciembre, una designación que se enmarcará en una serie de relevos que también afectará a los titulares de las embajadas españolas en Venezuela, Cuba, Colombia, Ecuador, El Salvador, Jamaica y Trinidad y Tobago.