Según informó la Guardia Civil, los efectos intervenidos lo fueron en un almacén utilizado por Resistencia Galega en el marco de una investigación conjunta entre el Instituto Armado y la Policía Judiciaria lusa.

El depósito estaba localizado en la localidad portuguesa de Coimbra, considerando los investigadores que éste hubiera sido utilizado para el montaje de artefactos explosivos.

Tras la detención de los máximos dirigentes de Resistencia Galega Antón García Matos y María Asunción Losada Camba en Vigo (Pontevedra) y el registro del domicilio que ocupaban ambos en la Aldea de Baños, en Fornelos de Montes (Pontevedra), comenzó una investigación para localizar la infraestructura que utilizaban los arrestados que culminó con el descubrimiento del mencionado depósito.

Luego de la localización del almacén clandestino, las autoridades portuguesas efectuaron su registro interviniéndose una importante cantidad de material y sustancias explosivas, además de los útiles necesarios para elaborar explosivos: artefactos de PVC preparados y cargados con pólvora, cartuchos de pólvora prensada, iniciadores listos para su uso, mecha de diferentes tipos, temporizadores, ollas, relojes y despertadores y rudimentos de fabricación propia.

También se incautaron de material para la falsificación de documentos y diversa documentación orgánica del grupo terrorista.

La Guardia Civil explicó que el descubrimiento de este arsenal “ha permitido apreciar que la banda armada, a pesar de las detenciones sufridas en los últimos años, mantenía su capacidad de almacenamiento y confección de artefactos explosivos, así como su voluntad de cometer atentados”.

A pesar de ello, la localización de este depósito, unida a las detenciones de los máximos dirigentes de Resistencia Galega en junio de 2019, “anula” la infraestructura de la banda terrorista y “reduce a la mínima expresión su capacidad de cometer atentados”.