Según informó este miércoles el Instituto Armado, en la denominada 'operación Tervel-Centinela' se ha procedido a la detención de 38 personas. Se considera desarticulada la estructura en España de una organización altamente especializada y con una gran capacidad logística que, bajo la dirección de ciudadanos búlgaros, abastecía el mercado negro nacional e internacional con hasta 14 marcas distintas de tabaco falsificado.

De la misma manera, se ha procedido a la aprehensión de 43.160 kilogramos de picadura de tabaco y 1.443.000 cajetillas, todo ello con una valoración estimada de más de nueve millones de euros. También se han intervenido seis vehículos, una cabeza tractora, dos camiones-remolque y diversa maquinaria dispuesta para realizar el proceso completo de fabricación y empaquetado.

La labor previa de los investigadores, desarrollada durante meses, había puesto de manifiesto la existencia de una serie de instalaciones clandestinas vinculadas a una organización criminal integrada mayoritariamente por ciudadanos búlgaros y ucranianos, contando varios de ellos con antecedentes por hechos similares.

Dado el elevado número de marcas de cigarrillos falsificadas, se sospecha que la organización fabricaba bajo demanda, produciendo tanto marcas e consumo en el mercado nacional, caso de `Fortuna`, ‘Wiston’, ‘L&M` o `Chesterfield`, como otras de consumo en mercados de otros países de la Unión Europea.

PARA EL MERCADO MUNDIAL

La fase de explotación de la operación se realizó simultáneamente en los distintos centros de fabricación y almacenaje a finales del pasado mes de septiembre, cuando la organización se encontraba a punto de iniciar la producción en la tercera de sus fábricas, situada concretamente en Albatera (Alicante).

Se han aprehendido más de 43 toneladas de picadura y hoja de tabaco, 1.443.000 cajetillas, así como maquinaria para realizar el proceso completo de fabricación y empaquetado, habiéndose contabilizado hasta 14 marcas distintas de tabaco falsificado

Todas estas infraestructuras desmanteladas en las provincias de Madrid, Murcia y Alicante, pertenecía a una organización criminal de origen búlgaro, la cual se considera desarticulada en España tras la detención de 38 de sus miembros

Esta organización abastecía tanto al mercado nacional como internacional, para lo que contaba además con varias naves para almacenar la materia prima, así como remolques de gran tonelaje cargados con el producto final, aparcados en estacionamientos de camiones.