El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, presidió este miércoles un encuentro que contó con la participación por videoconferencia de representantes de 10 comunidades y ciudades autónomas (Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Melilla y Murcia) con competencias en la gestión de la Red Natura 2000 marina.

Esta tercera reunión política se enmarcó en el proyecto LIFE Intemares, que coordina la Fundación Biodiversidad (perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y cuenta como socio con el departamento ministerial dirigido por Teresa Ribera. Morán estuvo acompañado del director general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, Jorge Marquínez, y de la directora de la Fundación Biodiversidad, Elena Pita.

Morán agradeció a las comunidades autónomas su implicación en las actuaciones conjuntas de conservación marina y destacó la importancia de la coordinación interadministrativa para lograr que los espacios marinos protegidos en España sean "referentes internacionales de una gestión adecuada, pionera, participativa y basada en la ciencia", según informó Transición Ecológica.

RECUPERACIÓN VERDE

Por otro lado, Morán subrayó el "interés estratégico" de la conservación marina para el Gobierno en el marco de la recuperación verde tras la pandemia del coronavirus. "Impulsamos una transición hacia modelos que prioricen la protección y restauración de la naturaleza y que garanticen, además, la conservación y el uso sostenible de los recursos. También en el mar, donde la transición ecológica y justa ofrece grandes oportunidades y también grandes retos", señaló.

Entre las metas, destacó que España avanza hacia una mayor protección marina, pues en pocos años ha pasado de proteger menos de un 1% de la superficie marina a más de un 12% en la actualidad. España es uno de los pocos países europeos que ha superado el umbral de cobertura comprometido con el Convenio de Diversidad Biológica (CBD), establecido en el 10%.

Los esfuerzos se dirigen ahora a alcanzar el 30% de protección en 2030 mediante la declaración de nuevas áreas marinas protegidas y gestionadas de forma eficaz, tal y como marcan la Estrategia de Biodiversidad 2030 de la UE y la Declaración de Emergencia Climática del Gobierno. "Debemos fortalecer la red de espacios marinos protegidos y lograr que esté bien gestionada, conectada y que sea ecológicamente representativa", indicó Morán.

A través de proyecto LIFE Intemares, existe el compromiso de alcanzar una cobertura de más del 15% de superficie marina protegida en 2023. Para ello, se están realizando estudios oceanográficos en nueve nuevas áreas, que podrían ser objeto de declaración en el marco de la Red Natura 2000. Además, se está analizando el nivel de protección de los mares españoles para poder elaborar propuestas que permitan ampliar y completar esta red de espacios protegidos.

Desde el inicio del proyecto LIF Intemares, en 2017, se ha implicado directamente a más de 770 organizaciones en diversas actuaciones. En concreto, se han iniciado 10 procesos participativos para involucrar de forma activa a los sectores socioeconómicos y la ciudadanía en la elaboración de estrategias y planes de gestión que permitan compatibilizar los usos y actividades con la conservación de los valores naturales en los espacios marinos protegidos.

Entre otros, se han impulsado procesos participativos para actualizar los planes de gestión de 24 Zonas Especiales de Conservación (ZEC) marinas en las islas Canarias, elaborar los planes de gestión del Área Marina Protegida de El Cachucho y de nueve espacios de la Red Natura 2000 competencia de la Administración General del Estado frente a las costas del Levante, así como de las 46 Zonas de Especial Protección para la Aves (ZEPA).

También se han llevado a cabo procesos participativos para la elaboración del futuro plan director de la Red de Áreas Marinas Protegidas de España (Rampe), que establece los criterios de inclusión de los espacios a esta red, sus objetivos, directrices y programa de actuaciones.

En conservación de especies, se han dado los primeros pasos para la elaboración y actualización de estrategias y planes de conservación, como el de la marsopa o la lapa ferrugínea, entre otras, que permitan adoptar medidas para reducir el grado de amenaza de especies y hábitats de interés comunitario contempladas en las Directivas Hábitats y Aves.