González indicó que la Comunidad de Madrid ejecutó correctamente los trabajos de conservación y mantenimiento de la curva del kilómetro 28 de la carretera M-607, según consta en el decreto de la Fiscalía de Madrid que acuerda el archivo de las diligencias abiertas contra el Ejecutivo regional, al quedar de manifiesto que la Consejería de Transportes e Infraestructuras actuó diligentemente al detectar un aumento de la siniestralidad en días de lluvia, elaborando los estudios pertinentes y ejecutando las obras de mejora.

Según González, el decreto de la Fiscalía afirma que la causa de los accidentes no es un mal estado de la carretera, sino que en la mayoría de los casos se debe a un exceso de velocidad y a la lluvia.

Señaló que las diligencias llevadas a cabo pusieron de manifiesto que el exceso de velocidad alcanza la cifra de más de 130 kilómetros por hora, llegando en algún caso hasta los 172, cuando la velocidad en ese tramo está limitada a 80.

El portavoz del Ejecutivo destacó que el decreto de la Fiscalía concluye que en ningún caso se pueden achacar los accidentes a la falta de mantenimiento y conservación por parte de la Dirección General de Carreteras.

Según González, la Consejería de Transportes e Infraestructuras invierte cada año más de un millón de euros en trabajos de mantenimiento, conservación y reparaciones en esta carretera, que es una vía de 58 kilómetros de longitud transitada diariamente por más de 102.000 vehículos, de los cuales un 6% son vehículos pesados.

Aseguró que la Comunidad de Madrid se encuentra entre las regiones que más invierte en conservación y para 2011, a pesar de la crisis económica, no sólo no ha reducido la partida destinada a conservación de carreteras, sino que la ha aumentado hasta alcanzar los 64 millones de euros.

De hecho, añadió, es la única partida que ha aumentado en los presupuestos de este año, cuya austeridad ha venido impuesta por la situación económica.

Como resultado de esta apuesta, dijo, en 2010 el Gobierno regional realizó mejoras en más de 150 municipios y el objetivo es continuar trabajando para llegar a los pocos en los que aún no se ha actuado. Según sus datos, gracias a estos trabajos la mortalidad en las carreteras madrileñas se redujo un 67,2% en la última década.