Mediterráneo oriental
Sánchez conversa con Erdogan para auspiciar el “diálogo” y una “solución compartida” en el Mediterráneo oriental
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La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, explicó este jueves que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, han mantenido esta semana dos conversaciones, la última de ellas hoy mismo, con el fin de encontrar vías para un “diálogo” que desemboque en una “solución compartida” en el Mediterráneo oriental.
Así se pronunció la jefa de la diplomacia española, en la rueda de prensa que ofreció en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores con su homólogo maltés, Evarist Bartolo, sobre la tensión que se vive en el Mediterráneo oriental, donde Turquía protagoniza un conflicto con Grecia y Chipre por las delimitaciones marítimas.
La ministra explicó que Sánchez aprovechó la celebración en Córcega de la cumbre de los países del sur de Europa para trasladar al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y al primer ministro chipriota, Nikos Anastasiadis, su solidaridad ante esta situación.
No obstante, expuso que España trabaja “de manera discreta” para “impulsar un diálogo y una negociación sincera” entre Turquía y Grecia con el fin resolver la entente que mantienen ambos países por las delimitaciones marítimas, como se puso de manifiesto en sus recientes viajes a Ankara y Atenas.
Esto le sirvió para explicar que España también mantiene contactos al más alto nivel sobre este asunto, como lo demuestran las distintas comunicaciones que Sánchez mantiene con Mitsotakis y las dos conversaciones habidas con Erdogan, la última de ellas este jueves, para encontrar un “diálogo” que permita alcanzar una “solución compartida” en el Mediterráneo oriental.
Tras destacar que España acompañará al Alto Representante de Política Exterior y para la Seguridad Común de la UE, Josep Borrell, y a Alemania en sus esfuerzos sobre esta cuestión, reiteró la importancia de guarecerse bajo el paraguas de la “solidaridad”, el “diálogo” y la “negociación” para alcanzar una solución.
Por su parte, Bartolo arguyó la necesidad de resolver un “conflicto tan espinoso” para cuya resolución “la historia y la geografía no ayudan”, puesto que cada país cuenta con zonas de su territorio cuya soberanía es reclamada por otro.
A pesar de constatar que la “solución es muy difícil”, juzgó peor el horizonte que se abriría si no la hubiera: “un conflicto militar”.
El ministro de Exteriores maltés dijo que hay que evitar centrar la atención en las reservas de gas que las aguas objeto de disputa pudieran tener, ya que el problema de fondo radica en las disputas históricas por la soberanía de ciertos territorios de los países litigantes. En esa línea, apuntó que hasta que no se resuelva la reunificación de Chipre, “el Mediterráneo oriental tendrá marejada o fuerte marejada”.
Por ello, invitó a tomarse “muy en serio” la propuesta lanzada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a la hora de abordar esta cuestión, y propuso la creación de una conferencia multilateral para discutir y alcanzar soluciones viables.
Por último, consideró llegado el momento de que la UE abra un proceso de reflexión para plantearse el tipo de vínculos que quiere mantener en el futuro con Turquía. “¿Es necesario mantener relaciones con vecinos hostiles?”, se preguntó.
(SERVIMEDIA)
17 Sep 2020
MST/mjg