Así lo indicó durante su participación en el encuentro ‘Europa y España ante un desafío sin precedentes: la visión del BCE’, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y Deloitte, en la que aseguró que la economía española “siempre sorprende para bien en última instancia”.

“Nos dejamos llevar por olas de pesimismo y procesos en los que parece que todo es negro y que nos metemos en un túnel sin salida”, afirmó el ex ministro de Economía, para acto seguido aseverar que “no es así en absoluto”. En este sentido, De Guindos resaltó el “cambio estructural” de la economía española en la última década, que le ha permitido, apuntó, incrementar sus exportaciones y no depender del crédito y del sector inmobiliario en los mismos niveles que durante la crisis de 2008.

En cualquier caso, cuestionado sobre los motivos por los que las crisis en España son mayores que en el resto de la UE cada vez que se produce un shock económico, el dirigente del BCE apuntó al mayor peso del sector servicios en España y al menor tamaño de las empresas, que las hace más vulnerables ante las caídas de facturación y de consumo.

Asimismo, indicó, asegurando no referirse en concreto a España, que “es muy importante la calidad de la gobernanza de las instituciones” de cada país, y que existe una correlación por la que aquellos países con instituciones más fuertes y mejor gobernanza se están comportando mejor tanto en términos de crisis sanitaria como económica.

PARAGUAS EUROPEO

Por otra parte, De Guindos ensalzó la “rapidez” de actuación de las instituciones europeas ante la crisis del coronavirus así como el importante papel de “paraguas” que han desempeñado para minimizar el efecto económico de la crisis del Covid-19. En este sentido, subrayó que la aprobación del fondo de reconstrucción europea tuvo como gran valor “su efecto desde el punto de vista del sentimiento económico”, haciendo bajar las primas de riesgo cuando fue aprobado.

Además, destacó el hecho de que dicho fondo vaya más dirigido a los países más afectados por la crisis del coronavirus, así como el mensaje lanzado por la UE a los mercados sobre “la solidaridad y la solidez del proyecto europeo” al realizar transferencias no reembolsables.

En cualquier caso, apuntó que los 140.000 millones que corresponden a España para los próximos seis años, lo que supone algo más de 20.000 millones anuales, son sólo un añadido a los esfuerzos que debe realizar cada país. “Nadie pretende que con el fondo se solucionen todos los problemas”, afirmó al respecto, para acto seguido volver a incidir en “la importancia del paraguas europeo” para que la prima de riesgo no se disparara y que la caída del 23% del PIB no haya sido aún mayor.

Por último, preguntado por la posibilidad de que los ciudadanos de los denominados “países frugales” del centro y norte de Europa rechacen financiar el déficit y la deuda de países que no terminan de arreglar su situación financiera, De Guindos aseguró que “la zona euro es ventajosa para todos” y que “si a España le va bien va a tener una influencia positiva” en el resto de países. “Estos intentos de enfrentar norte contra sur son una excesiva simplificación”, aseveró, para terminar resaltando que la reacción de las instituciones europeas a esta crisis “ha sido muy distinta” a la de la crisis anterior, con la suspensión temporal de las reglas fiscales y la creación del fondo de reconstrucción, aprobados por el Consejo Europeo. “Estamos todos en el mismo barco”, concluyó.