Educación

El nuevo secretario general de Escuelas Católicas insiste a Celaá en que “no es el mejor momento” para la reforma educativa porque “las familias tienen otras prioridades”

MADRID
SERVIMEDIA

El nuevo secretario general de Escuelas Católicas, Pedro Huerta, insiste al Gobierno en que “no es el mejor momento” para aprobar la reforma educativa que se tramita en el Congreso porque “la sociedad y las familias tienen otras prioridades”, como el inicio de curso en plena pandemia del Covid-19, la conciliación, la salud y la situación económica.

Así lo dijo Huerta en una entrevista a Servimedia pocos días después de tomar posesión de su responsabilidad en la organización. “Si queremos consenso no podemos poner el tema encima de la mesa porque las personas están preocupadas en otras cuestiones”, indicó en referencia a este inicio de curso escolar que tantas incertidumbres provoca en familias, alumnos y profesores por el coronavirus.

“Nuestra prioridad es la seguridad de los alumnos”, agregó, valorando el trabajo que desde meses realizan los profesores, que se sienten “cansados” pero “con ganas de empezar para quitarse la espina del curso pasado”.

“Tenemos que adaptarnos, sin dormirnos ni improvisar. Todos lo tenemos que hacer, todos nuestros colegios lo han hecho, especialmente los equipos directivos. Ha sido un trabajo muy duro”, recordó. Además, añadió, “no es fácil por el sistema autonómico” y ha habido que “consensuar” protocolos con otros colegios para, por ejemplo, compartir espacios para impulsar medidas sanitarias de cara al inicio de curso y garantizar el distanciamiento de la comunidad educativa.

En este contexto, criticó la “muy dispar” normativa para garantizar la seguridad en la educación frente al Covid-19, con cuestiones como la contratación de docentes para bajar las ratios de alumnos por aula y asegurar los denominados grupos de convivencia estable o ‘burbuja’. “Según la autonomía unos están contratando más y otros menos. Algunos están discriminado a la concertada. No me cansaré de repetirlo: no se está discriminando a una institución, sino a 1.200.000 millones de alumnos, y se está dejando solos a los centros, por lo que podríamos abrir otro debate de futuro, que los centros tengan más autonomía”, explicó a Servimedia.

A la espera de mantener una reunión con la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, Huerta apuntó que los retos de la escuela católica en España son “mantener la defensa de la educación y el trabajo para la modernización”, pero también reclamó un pacto político para mejorar una educación con la que todos se sientan identificados.

Todo ello, añadió, impulsando la formación y el asesoramiento jurídico de los miembros de Escuelas Católicas, y fomentando la evangelización a través de 2.000 centros que, desde su perspectiva, son el "reflejo" de la sociedad.

(SERVIMEDIA)
12 Sep 2020
AHP/mjg/ecr