Ayuda humanitaria
Hoy se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria
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Este miércoles se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria y la organización Aldeas Infantiles SOS ha hecho un balance de 209.800 personas atendidas en todo el mundo durante al año pasado gracias a los 31 Programas de Emergencias que tiene activos.
Aldeas Infantiles SOS apoyó en el último año a niños y familias en riesgo afectados por conflictos, desastres naturales o migraciones hasta en 20 países. En total, de las 209.800 personas que atendió, 146.500 fueron en África, 12.300 en América, 16.200 en Asía y Oceanía, y 34.800 en Europa.
El apoyo humanitario que incluye cuestiones como la reconstrucción de hogares y escuelas, suministro de alimentos y artículos de primera necesidad o refugios temporales a niños y familias.
Además, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria –que se celebra cada 19 de agosto–, Aldeas Infantiles se suma a la campaña de Naciones Unidas #RealLifeHeroes (#HéroesEnLaVidaReal) para rendir homenaje a los profesionales que, a pesar del riesgo y la dificultad, realizan una labor humanitaria en escenarios de conflicto y de crisis en plena pandemia.
La Covid-19 no solo exacerba los efectos de las crisis humanitarias ya existentes, que hace aún más complicada y peligrosa la tarea de los trabajadores en terreno, sino que genera otros nuevos que resultan especialmente demoledores para los niños y jóvenes que perdieron el cuidado parental o están en riesgo de perderlo.
Las políticas para frenar la propagación del SARS-CoV-2 paralizaron de forma súbita a buena parte de la población mundial, lo que ha traído consecuencias nefastas para la infancia. El cierre de colegios, la subida del desempleo, los ajustes salariales, el confinamiento en entornos tóxicos, las restricciones de desplazamiento o las dificultades para asistir a las familias necesitadas son algunos de sus efectos.
Como calcula la Organización de Naciones Unidas (ONU): este año podrían caer en la pobreza extrema entre 42 y 66 millones de niños; más de 360 millones se vieron privados de la principal comida del día a la que accedían en los comedores escolares; más de 1.500 millones dejaron de asistir a clases presenciales, y el aprendizaje a distancia acentúa la exclusión digital y la desigualdad. Igualmente, aumentaron la violencia doméstica sobre los niños, la explotación infantil y la separación de padres e hijos.
(SERVIMEDIA)
19 Ago 2020
IAR/pai