Casado dio a conocer los cambios a través de un comunicado difundido por el PP, en el que agradecía a Álvarez de Toledo “su labor durante estas dos legislaturas” en el Congreso y expresaba su deseo de que “siga contribuyendo a este proyecto tan importante para el futuro de España”. No obstante, en realidad ha ejercido estas funciones durante poco más de un año.

El jefe de los populares mantuvo durante meses a Rafael Hernando, portavoz de Rajoy en el Congreso, cuando tomó las riendas del partido en julio de 2018, pero tras las primeras elecciones generales convocadas por Pedro Sánchez colocó en su lugar a Álvarez de Toledo, a la que por sorpresa había colocado previamente como cabeza de lista por la provincia de Barcelona.

El nombramiento como portavoz cayó como un jarro de agua fría entre los sectores moderados del PP, que entendían que el fichaje de la periodista suponía un guiño al ala más dura. De hecho, suponía el retorno de Álvarez de Toledo a la cúpula del partido años después de haber trabajado para Ángel Acebes y de haber abandonado su escaño de diputada por discrepancias con la estrategia de Rajoy, a quien públicamente criticó de forma reiterada por falta de firmeza contra el independentismo catalán y los nacionalistas.

RATIFICADA HACE UN AÑO

Hace apenas un año, Casado defendió su decisión ratificando que Álvarez de Toledo era “la portavoz que todos los partidos desearían tener”. Al presentar el nuevo equipo de dirección en la sede nacional a finales de julio de 2019, alabó su “trayectoria académica y profesional” y también su “brillantez dialéctica e ideológica”. Doce meses después, rectifica y coloca en su lugar a Gamarra, con un perfil más moderado y con menos oratoria.

Gamarra ha sido presidenta de Nuevas Generaciones de La Rioja y alcaldesa de Logroño. Delfín de Pedro Sanz, optó a la presidencia del PP en esta comunidad cuando el histórico dirigente autonómico se retiró. Sin embargo, perdió las primarias contra su compañero José Ignacio Ceniceros. También fue derrotada hace dos años en el Congreso Nacional de la sucesión de Rajoy. Entonces apostó por Sáenz de Santamaría contra el criterio de su partido regional y Casado resultó ganador.

Aún así, el nuevo líder popular incluyó a Gamarra en su nueva dirección. Fue una de las pocas personas a las que rescató del equipo de la exvicepresidenta del Gobierno y sorprendió que la eligiera como vicesecretaria general de Política Social, lo que suponía darle presencia y voz en el Comité de Dirección que reúne todos los lunes a los máximos dirigentes populares.

GIRO ESTRATÉGICO

Ahora, Gamarra asciende aún más al ser nombrada portavoz del PP en el Congreso en sustitución de Álvarez del Toledo. El cambio de personalidades resulta elocuente y, por extensión, el giro a la estrategia de oposición en las Cortes. Uno de las primeras misiones que deberá afrontar es cerrar el acuerdo con el PSOE para renovar la cúpula del Poder Judicial, aunque esa negociación supuestamente se lleva de forma discreta y al máximo nivel entre Pablo Casado y Pedro Sánchez.

El nombramiento de Gamarra deja vacante la Vicesecretaría de Política Social del PP, que a partir del jueves dirigirá la exministra de Sanidad Ana Pastor. La gallega tampoco fue partidaria de Casado en el congreso interno que hace dos años eligió al nuevo presidente pero poco a poco ha ido ganando peso e influencia en el entorno de Casado.

Durante la pandemia de Covid-19, ya recibió dos encargos importantes de su jefe. Primero, para ser la portavoz de los populares en la Comisión de Reconstrucción de la Cámara Baja y, después, para ser la interlocutora del ministro Salvador Illa a la hora de consensuar posibles medidas a poner en marcha para luchar contra las consecuencias económica y sociales del coronavirus.

COMITÉ DE DIRECCIÓN

Ahora, tanto Gamarra como Pastor se sentarán todos los lunes en el Comité de Dirección del PP que analiza y decide los pasos del partido en la oposición. En cambio, Álvarez de Toledo sale de este sanedrín. La riojana ya estaba pero ahora lo hará con peso mayor al tener tras de sí a los 88 diputados del Grupo Popular y al ser una de las voces principales en las sesiones de control al Gobierno, donde la portavoz interpela habitualmente a la vicepresidenta Carmen Calvo.

La otra gran novedad es el nombramiento del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como nuevo portavoz del partido. Es un cargo creado específicamente para él, pues no existía expresamente a pesar de que el coordinador de Comunicación, el periodista Pablo Montesinos, solía ejercer como tal cuando hacía falta y no convenía que tomaran la palabra los máximos dirigentes.

Almeida es un valor en alza del PP, no sólo porque logró echar del Ayuntamiento a Manuela Carmena gracias a un pacto con Ciudadanos y Vox para que le hicieran alcalde. Su gestión en el consistorio recibe elogios desde todos los ámbitos, incluidos muchos sectores de izquierda, y en la peor etapa de la pandemia logró ponerse de acuerdo con toda la oposición para aprobar medidas contra el coronavirus. Justo lo contrario que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien no obstante Casado defiende elocuentemente cada vez que tiene ocasión y a quien une una amistad de muchos años.

GÉNOVA TOMA EL CONTROL

El nombramiento de Gamarra como portavoz en el Congreso supone también que la dirección nacional de Génova 13 toma absolutamente el control del Grupo Parlamentario del Congreso. Ella acatará y ejecutará las directrices de Casado y el resto de la cúpula, lo cual no representa un cambio respecto a Álvarez de Toledo pero algunas fuentes populares consultadas por Servimedia sí consideran que será más fácil.

La hasta ahora portavoz en la Cámara Baja mantenía hilo directo y estrecho con Casado pero no así con otros dirigentes. De hecho, ayer arremetió abiertamente contra el secretario general del PP, Teodoro García Egea, al considerarle en gran medida responsable de esta revolución interna. Además, había confeccionado un equipo de estrechos colaboradores con un estilo y perfil marcado que hace pocas semanas comenzó a resquebrajarse y que ha sido uno de los motivos que han acabado provocando la revolución de cambios anunciada esta tarde.

En julio, la dirección de Génova impidió que el dirigente Gabriel Elorriaga siguiera como coordinador de la asesoría parlamentaria del Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo. Había sido un fichaje directo de Álvarez de Toledo, con el visto bueno de Casado, pero desde la cúpula nacional se optó por cambiarlo cuando el mes pasado heredó el escaño de diputado dejado por la exministra Isabel García Tejerina.

Fuentes populares explicaron a Servimedia que Álvarez de Toledo había pedido expresamente que Elorriaga siguiera pero el equipo más cercano a Casado lo impidió y colocó en su lugar a José Sánchez Arce, adjunto del director de gabinete del presidente del PP. En el Congreso leyeron ese nombramiento a dedo como una imposición y un intento de “cercenar” la autonomía de la que hasta entonces gozaba la portavoz.

La persona que generó la discordia, José Sánchez Arce, fue asesor de prensa de la exministra María Dolores de Cospedal en el Gobierno y previamente en la Junta de Castilla-La Mancha. Cuando el PP perdió el poder se marchó a la empresa privada (ficho primero como director adjunto de la agencia ACH y pocos meses después por Ferrovial como Gerente de Marca y Relaciones Institucionales).

A principios de este año regresó a Génova 13 para ser adjunto al director de gabinete de Pablo Casado. Para su llegada fue clave la recomendación de algunas personas con influencia sobre los máximos dirigentes del partido que previamente habían trabajado con él y que hace pocas semanas volvieron a sugerir que, como coordinador de asesorías parlamentarias en el Congreso, podía mejorar la interlocución con Génova. El gabinete de Casado impuso el nombramiento a Cayetana con el argumento de que para Elorriaga era incompatible al tomar posesión del escaño de diputado y el equipo del Grupo Popular desconfió al entender que el argumento era “mentira” y que, en consecuencia, llegaba una especie de ‘espía’.

Este nombramiento, junto a las diferencias que surgieron, motivaron los rumores sobre la posible sustitución de Álvarez de Toledo. Pero dos responsables de la dirección del PP con mucho mando e influencia sobre Casado aseguraron a Servimedia el jueves pasado que el cambio no estaba “sobre la mesa” y que lo previsto era que siguiera como portavoz del partido en septiembre. Sin embargo, cuatro días después Génova la cesa a través de un comunicado junto al resto de los cambios.

Las fuentes consultadas aseguran que en estos cuatro días han “pasado cosas” entre Álvarez de Toledo y Casado, que entre otras cosas han hablado tras la catarata de informaciones periodísticas que barruntaban que la portavoz iba a ser apartada. Ella no comparte los motivos para ser sustituida y así lo ha expresado tanto al partido como a la prensa. La relación se habría erosionado en las últimas semanas, aunque algunas fuentes cercanas a los dirigentes aseguraron a Servimedia que se debe más a las personas que les rodean que a falta de entendimiento entre ellos. Pero la consecuencia es que Casado da ahora un golpe de timón y prescinde de Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso y la saca del Comité de Dirección que reúne en Génova 13 los lunes.