Estos datos aparecen reflejados en el estudio 'Perfil del comprador de segunda residencia', un análisis del portal inmobiliario en el que se indica que la demanda de segunda residencia es mayor como alquiler (60%) que de compra (40%).

En ese sentido, los compradores de segunda residencia tienen la opinión de que la vivienda es una buena inversión y compensa más que alquilar, de hecho, el 25% de los que buscan adquirir este tipo de propiedad se plantea arrendarla para periodos vacacionales o estancias cortas, mientras que el 12% apuesta por el alquiler de larga duración.

Acerca de los motivos específicos de por qué la pondrían en alquiler, el 50% lo hace porque lo considera rentable y el 33% para aliviar la carga económica que supone la hipoteca del inmueble, aunque también hay un 16% que invierte en segunda residencia para venderla en un futuro si el mercado le resulta favorable.

Además, cuando se trata de motivos más personales, el 43% de los compradores afirma que una vivienda de segunda residencia da una rentabilidad que no ofrece ningún otro producto financiero.

Aparte de las personas que buscan adquirir segundas residencias para después alquilarlas (37%), hay un 63% de demandantes de segunda residencia en propiedad que prefiere no hacerlo. Dentro de los motivos de esa decisión en este grupo, un 83% espera darle uso, una razón que se une al temor de que los inquilinos estropeen la vivienda o a posibles problemas de impagos de la renta.

Durante el proceso de búsqueda de una segunda residencia en propiedad se producen algunos cambios importantes respecto a las pretensiones iniciales. Hasta un 63% de los que llegaron a adquirir un inmueble se planteó la posibilidad de una vivienda de obra nueva, aunque solo un 23% terminó comprándola y el 77% terminó en el mercado de segunda mano.

Esa fase de búsqueda en 2020 es "sensiblemente más larga" que en 2019, un 43% de los demandantes de vivienda en propiedad como segunda residencia han invertido menos de seis meses, un porcentaje que hace un año era del 55%, indica el estudio de Fotocasa.

Si bien "no existe un perfil de demandante de segunda residencia", las personas que compran (o intentan comprar) este tipo de viviendas tienden a tener más edad y un nivel socioeconómico superior, mientras que las que alquilan (o intentan alquilar) hay un menor porcentaje de personas que viven en pareja y tienen más protagonismo los niveles intermedios en términos socioeconómicos, detalla el informe.

En cuanto a las características de la vivienda existen diferencias "relevantes" entre compradores y arrendatarios, pero el precio se establece como un punto común en ambos perfiles. Más allá de ese aspecto, las características intrínsecas del inmueble es lo que más tienen en cuenta los compradores, como el número de habitaciones, los metros cuadrados y la distribución.

Por su parte, los inquilinos valoran más características de uso, como no tener que invertir dinero en reformas, que disponga de servicios cerca y que la ubicación tenga buenas conexiones de transporte público.

Con respecto a la ubicación de la vivienda, la mitad de los demandantes en propiedad y un tercio de los que buscan para alquilar lo hacen en una provincia diferente a la de su residencia habitual.