En rueda de prensa telemática, el director general del IEE, Gregorio Izquierdo, aseguró que España ha mejorado un 8% con respecto a 2019, por lo que el retroceso de un puesto no es “excesivamente relevante”. “Hubiésemos mejorado más si no se hubiese frenado la libertad económica, especialmente frenada por la evolución del gasto público y de la libertad de empresa, que ha tenido mucho deterioro”, añadió.

España figura, según este informe, en el puesto 30 de los 37 que configuran la OCDE y en el puesto 21 de los 27 países que integran la UE. “España debe aspirar a ser mejor con respecto a los países de su entorno, por lo que debería mejorar un 6% para alcanzar los niveles medios de la UE y un 9%, para hacerlo con respecto a la media de los países de la OCDE”, explicó Izquierdo.

En cuanto a su avance temporal, el Índice de Libertad Económica para España registró un incremento del 8,6% en los últimos 25 años, lo que equivaldría a un aumento anual del 0,33%. “Este reducido aumento muestra el escaso avance de la economía española para situarse como una economía más libre”, indicó Izquierdo.

Así, “los principales componentes que sostienen a España en este índice desde 1995 son la apertura de los mercados y la eficiencia regulatoria, mientras que el imperio de la ley y el tamaño del Estado han determinado en menor medida la posición en este indicador”, según se extrae de las conclusiones del informe presentado por el IEE.

Entre los 180 países analizados por el IEE en 2020, Singapur, Hong Kong, Nueva Zelanda, Australia, Suiza e Irlanda son las naciones que cuentan con un mayor índice de libertad en su mercado laboral.