Esta situación es la que pretende resolver el documento que publica hoy un grupo de expertos de Instituciones Penitenciarias y del Consejo General de Enfermería.

El informe, que recoge aspectos como la actual normativa penitenciaria o las características sanitarias de las cárceles en España, busca ofrecer soluciones a cualquier problema que puedan tener los enfermeros de prisiones en el curso de su trabajo.

“Tienen restringidas ciertas actuaciones comunes en Enfermería y están subordinados a otro profesional médico, en lugar de trabajar juntos y coordinados cada uno en su ámbito de actuación”, asegura el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya. “Espero que el documento sirva para poner las bases de una reforma del reglamento que los distintos gobiernos no han querido afrontar”.

El documento llega en un momento en el que la sanidad penitenciaria se enfrenta a una preocupante carencia de profesionales de cara a los próximos años. Especialmente en lo concerniente a las jubilaciones de médicos no reemplazados y a lo que sucede durante las ausencias de los médicos en el centro. Es en esas situaciones en las que el enfermero de guardia tiene que actuar. Si bien, según el reglamento actual, pueden ser acusados de intrusismo profesional.