En declaraciones a Servimedia, el portavoz de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Andrés Lorite, lanzó esta reclamación al Ejecutivo al considerar insuficientes las medidas que se han establecido en este sentido, como el control de temperatura o el reconocimiento visual.

Lorite defendió que la actual situación sanitaria requiere de “un protocolo eficaz de respuesta”, en especial en materia aeroportuaria. A su juicio, la medición de temperatura no es “lo suficientemente eficaz” porque hay “muchísimos asintomáticos” que podrían no tener fiebre y estar contagiados.

El diputado popular incidió en que lo “eficaz” es lo que ha planteado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que aboga por realizar una prueba diagnóstica PCR de coronavirus en el origen 48 horas antes de emprender el vuelo que traería al turista a España.

De esta forma, subrayó Lorite, se podrían “evitar contagios y riesgos epidemiológicos”. Sin embargo, denunció que ante propuestas de esta índole el Gobierno “mande a José Luis Ábalos a Barajas a insultar a Isabel Díaz Ayuso”. “Esto viene siendo habitual porque están confrontando permanentemente con la Comunidad de Madrid”, denunció.

Reclamó que se hagan estas pruebas a los viajeros, habida cuenta de que “ya vimos en febrero que desde el aeropuerto de Barajas entró el virus de una forma masiva porque no hubo controles suficientes”. Ahora “tiene que haberlos” porque “nos podemos encontrar ante un riesgo epidemiológico como el que supuso el 8-M”, advirtió.

“Estamos intentando evitar que Barajas se convierta en un coladero del virus”, sintetizó el portavoz de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del PP en el Congreso de los Diputados, haciendo igualmente extensiva esta reclamación al resto de aeropuertos de la geografía española.

No obstante, censuró que “el Gobierno hace caso omiso” a quienes le advierten de que “lo eficaz” sería establecer “la obligatoriedad de una prueba PCR en el origen con un plazo razonable de 48 horas”. “Se lo está diciendo todo el mundo”, se reafirmó, al tiempo que expresó su temor de que pueda “pasar como cuando a principios de la epidemia no hacían caso ni a la Organización Mundial de la Salud ni a la Unión Europea ni a nadie”.