Ribera indicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que esa circunstancia se ha producido en “demandas sociales” como el incremento de la venta de vehículos de bajas emisiones y no motorizados, y el “interés” del plan de acompañamiento a la industria de la automoción, lanzado la semana pasada por el Gobierno.

Respecto al sector automovilístico, indicó que hay un “stock” de vehículos de combustión que seguirán “mucho tiempo” y otros países apuestan por “una transformación mucho más rápida”, por lo que consideró “irresponsable” no estimular al sector hacia la transición ecológica.

Ribera recalcó que tras la crisis del Covid-19 se han producido demandas de ciudadanos y colectivos para que se pongan en marcha medidas de “rehabilitación urbana” con una “movilidad diferente” o de eficiencia energética en los edificios.

“Es mala noticia cuando algunos gobiernos autonómicos están impulsando reformas normativas que lo que hacen es reducir el nivel del valor ambiental de sus recursos, bien volviendo a aquella ya fracasada ‘reforma Aznar’ de poder construir prácticamente en todo el territorio salvo que cuente con una figura especial de protección, o reducir los niveles de exigencia para vertidos y depuración en zonas tan castigadas, como el Mar Menor a través un decreto ley del Gobierno de Murcia”, apuntó.

“LÍMITES VERDES”

Por otro lado, Ribera subrayó que los fondos de recuperación procedentes de la UE, el coste financiero de la reconstrucción tras el Covid-19, la innovación industrial, el bienestar social y los costes sanitarios dependen “mucho” de tomar medidas compatibles con los llamados “límites verdes” del planeta.

Por ello, abogó por que los gobiernos eviten “desperdiciar recursos” en medidas que supongan “un incremento de costes sanitarios por mala calidad del aire” (en alusión al fomento del vehículo privado) o defender “un modelo productivo enormemente deficiente” con bienes y equipos que no demandan los mercados.

“Esto es lo que está detrás de la transformación asociada a esa revolución verde”, comentó, antes de añadir que en ello “se fijan las autoridades comunitarias” para administrar los planes de estímulo tras la crisis del coronavirus.

“Me parece que más bien va en esa transformación verde y digital, y no quedarnos anquilosados en un modelo que tiene algunos inconvenientes que son bastante difíciles de superar”, concluyó.