El virus se detectó por primera vez en África a mediados del pasado mes de febrero. Hasta ahora se han confirmado más de 200.000 casos y más de 5.600 muertes. La pandemia se acelera en el continente porque tardó 98 días en llegar a 100.000 contagios y sólo 18 jornadas en duplicar esa cifra.

Diez de los 54 países con casos concentran los mayores incrementos al representar casi el 80% de todos los casos. Más del 70% de las muertes se han producido Argelia, Egipto, Nigeria, Sudáfrica y Sudán.

Sudáfrica es el país más afectado, al representar un 25% del total de contagios en el continente, sobre todo en las provincias de Cabo Occidental y Cabo Oriental, según la OMS.

Más de la mitad de los países del continente experimentan la transmisión comunitaria de Covid-19. En muchas ocasiones, esto se concentra en las capitales, pero los casos se están extendiendo a las provincias.

"Por ahora, África sólo representa una pequeña fracción de los casos en todo el mundo", apuntó Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África, quien añadió: "Pero el ritmo de la propagación se está acelerando. La acción rápida y temprana por parte de los países africanos ha ayudado a mantener bajos los números, pero se necesita una vigilancia constante para evitar que el Covid-19 se abrume en los centros de salud".

Muchos países se apresuraron a tomar decisiones difíciles y adoptaron medidas de confinamiento y decisiones clave de salud pública, como promover el distanciamiento físico, la buena higiene de las manos y la realización de test, el rastreo de contactos de personas con Covid-19 y el aislamiento de casos.

MEDIDAS

Con el apoyo de la OMS y otros socios, los gobiernos también comenzaron a ampliar rápidamente la fuerza laboral de salud y las capacidades de laboratorio, y a establecer controles de puntos de entrada en aeropuertos y cruces fronterizos. Estas medidas de salud pública y sociales han sido efectivas para frenar la propagación de la pandemia en África.

En las últimas semanas, los países comenzaron a relajar los bloqueos para reanudar algunas actividades económicas y sociales, después de que los cierres hayan supuesto un coste socioeconómico considerable.

"Las órdenes de quedarse en casa y el cierre de mercados y negocios han tenido un alto costo, particularmente en las comunidades más vulnerables y marginadas", recalcó Moeti, quien agregó: "La necesidad de equilibrio entre salvar vidas y proteger los medios de vida es una consideración clave en esta respuesta, particularmente en África".

Para la OMS, la flexibilización de las restricciones debe ser un proceso controlado y combinarse con garantizar que existan capacidades y mecanismos de prueba generalizados. Estos pasos deben adaptarse constantemente de acuerdo con las tendencias en los datos y mantenerse hasta que se contenga la pandemia o haya una vacuna o tratamiento para el Covid-19 que sea accesible para todos.

A medida que los países alivian las restricciones, las autoridades sanitarias deberán garantizar la continuidad de los servicios esenciales de atención de la salud al tiempo que reanudarán toda la gama de servicios de salud de rutina, según la OMS.