Los ópticos-optometristas insisten en que la población no debe relajarse en la protección visual frente al sol en esta época del año “en la que los problemas visuales aumentan hasta un 25% por los daños que ocasiona la radiación ultravioleta”, detallan en un comunicado.

El confinamiento provocó que muchas personas no hayan podido desarrollar su rutina en el exterior. Con la llegada del verano y la fase final de la desescalada, muchas personas retomarán actividades al aire libre que no pudieron realizar durante la cuarentena. “Esto puede suponer que la exposición al sol se incremente con respecto al año pasado”, afirma la entidad.

Desde el CNOO recuerdan la importancia de utilizar gafas de sol homologadas, a la hora de salir al exterior, y de adquirirlas en un establecimiento sanitario de óptica para que un profesional de la visión asesore sobre la protección ocular que mejor se adapta a cada persona y sus circunstancias.

“Aunque la mayoría de las radiaciones solares son eficazmente filtradas por los ojos, la exposición crónica a las mismas o una alta y selectiva cantidad de ellas, pueden contribuir al aumento de los problemas oculares”, asegura el decano del Colegio, Juan Carlos Martínez Moral.

CONSEJOS PARA EL VERANO

Los riesgos para la salud visual se multiplican en estas fechas en forma de radiación solar y otros problemas derivados del baño, como el cloro de las piscinas, que es un irritante que altera de forma significativa la superficie ocular, así como la sequedad propia de esta estación, que provoca una mayor evaporación de la lágrima y aumenta la sensación de ojo seco.

Para evitar estos problemas, el CNOO ofrece los siguientes consejos: llevar gafas de sol de calidad y polarizadas, usar monturas que cubran los laterales del ojo con el fin de no dejar pasar la radiación solar, evitar los baños con las lentes de contacto puestas, ya que se puede contraer infecciones con más facilidad y tomar el sol con precaución y con los ojos cerrados.

También recomiendan hidratar los ojos con lágrimas artificiales para evitar la excesiva sequedad ocular provocada por el calor y los aires acondicionados y acudir al óptico-optometrista para que pueda prescribir la protección visual adecuada.