Así lo precisó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Técnico para la Desescalada y en la que agregó que es “congelación” se debe a que las comunidades autónomas “estaban revisando sus datos de muertos” y actualizarlas durante el proceso de revisión “podría incluir distorsiones que iban a generar modelos y estimaciones de evolución equivocadas”.

“Se ha estado trabajando muy intensamente con las comunidades autónomas para que estos datos estén incluidos correctamente de la mejor manera posible en las bases de datos”, abundó, al tiempo que puntualizó que algunas regiones “van a aumentar el número de casos” respecto al total notificado hasta ahora y otras los van a “reducir” y avanzó que se están “corrigiendo” todas las cifras.

Todavía “quedan algunos días para poder corregirlas”, dijo, convencido de que los datos de fallecidos, que en la última semana ascienden a 52, “serán lo más claros posibles” y que cuando se corrijan las cifras el total rondará los 29.000.

Con todo, el objetivo del departamento de Salvador Illa es, a su juicio, “el control precoz, detectar de la forma más precoz posible cualquier caso y actuar de la forma más rápida” ante los nuevos casos sospechosos, a los que, según Simón, “interesa mucho identificar los casos sospechosos para hacerles pruebas diagnósticas” y puntualizó que durante la última semana se han identificado 57.372 casos sospechosos.

Junto a ello, explicó que se ha incrementado en casi un 3% el número de casos sospechosos a los que se le hace la PCR – en atención primaria se ha conseguido hacer al 86% y en atención hospitalaria, al 90%- e insistió que a Sanidad también “interesa mucho valorar si hay transmisión a partir de esos casos hacia sus contactos” al tiempo que aseguró que solo el 8% de los contactos estrechos de personas identificadas como casos que se han seguido durante la última semana han desarrollado “sintomatología”, lo que supone un total 94 contactos.

Esto le sirvió para defender que España está teniendo “muy buena capacidad de detección” merced a un sistema de vigilancia que le permite “reaccionar realmente rápido” y que le ha permitido detectar 249 casos confirmados con fecha de inicio de síntomas en los últimos siete días.

Con respecto a los hospitalizados, recalcó que en este momento de la pandemia se hospitalizan casos “algo menos graves de los que se hospitalizaban en el momento álgido” de la pandemia y a fecha del miércoles había hospitalizadas 3.469 personas, 527 de ellas en UCI, casi cien menos que hace una semana.

El director del Ccaes resaltó también que en la semana anterior se hicieron 314.737 pruebas diagnósticas de PCR, si bien no todas a casos sospechosos nuevos, cifra que asciende a más de 2,5 millones de PCR durante la pandemia, lo que representa casi 54 por cada mil habitantes, una cifra que valoró como “muy adecuada y muy buen” al entender que sitúa a España “entre los primeros países del ranking” e indica que el país “está realmente más o menos controlando la epidemia”.

PROFESIONALES SANITARIOS

Con respecto al dato de sanitarios contagiados, el número de fallecidos notificados no ha variado porque algunos se tienen que verificar, pero indicó que, con fecha de inicio de síntomas en los últimos 14 días se han diagnosticado 65 profesionales sanitarios y con fecha de inicio en los últimos siete días, 19 y que el total de notificados desde el 11 mayo han sido 1.155, de los cuales 632 trabajan en centros sanitarios; 414, en centros sociosanitarios y 109, en otro tipo de centros mientras que 55 manifestaron como posible lugar de contagiado el ámbito domiciliario.

A este respecto, valoró el caso de contagio entre profesionales sanitarios del Hospital Gregorio Marañón y consideró que, si bien se podrían haber infectado “en cualquier otro punto, en las fases de evolución de la epidemia en las que estamos, fiestas grandes de este estilo es mejor no realizarlas”. “No se deberían realizar, al menos sin poder mantener las medidas de seguridad adecuadas”, insistió, al tiempo que puntualizó que los profesionales sanitarios “son personas como cualquier otra y después de toda la carga excepcional de trabajo que han tenido, comprendo que haya una tentación importante para tener algún momento de relajación con los compañeros”.

MASCARILLA

Con relación a la “nueva normalidad”, Simón insistió en que la “intención” de Sanidad es que la obligatoriedad del uso de la mascarilla “se mantenga tal cual está ahora, por lo menos hasta que veamos qué es lo que pasa y si hay nuevas olas a partir del otoño que viene o no” y consideró que la mayor parte de la población “es responsable en general y es muy consciente de la situación”. “Nos vamos a enfrentar ahora a algunas de las cadenas que no están controladas y han podido pasar inadvertidas, pero, sobre todo, a los casos importados que nos puedan venir, lo cual se tratará de controlar de la mejor manera posible”, advirtió, convencido de que España tiene un sistema “muy sólido que nos va a permitir reaccionar a tiempo”, si bien ello requerirá un “esfuerzo extra” de los servicios de salud pública y de sanidad exterior para “tratar de reducir los riesgos en la importación”.

En este punto, reconoció que Portugal ha tenido una evolución “bastante buena” aunque en los últimos días se han detectado unos “incrementos mayores de lo esperado por cómo estaba evolucionando la epidemia hasta la fecha”, con brotes “concretos en zonas concretas, no muy grandes pero sí importantes” y subrayó el “trabajo excelente y el esfuerzo magnífico” por parte del país vecino para controlar la epidemia.

Finalmente, aseguró que los sistemas de vigilancia de otros países “no son muy diferentes” al sistema de conteo en España y que la UE lleva “muchos años trabajando para tratar de tener sistemas de vigilancia lo más homogéneos y comparables posible”. Tenemos un muy buen sistema de vigilancia, estará entre los buenos del mundo y tenemos muy buenos equipos de investigación en salud pública”, sentenció.