Infancia
Amnistía alerta de una “generación perdida” en Nigeria con miles de niños soldado y matrimonios forzosos
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Amnistía Internacional publicó este martes un nuevo informe en el que pone de relieve la “generación perdida” de menores en Nigeria, donde miles de niños son obligados a combatir en milicias y las niñas a convertirse en esposas forzosas bajo el yugo de Boko Haram y la complacencia del Gobierno.
“El ejército somete a los niños y niñas a tortura durante prolongadas detenciones ilegales”, alertó la ONG, que subraya en su informe que Nigeria “debe abordar con urgencia su inacción a la hora de proteger y ofrecer educación a toda una generación de niños y niñas en el noreste del país”.
Se trata de una región devastada por “años de atrocidades” cometidas por el grupo terrorista Boko Haram, que ha perpetrado graves violaciones de derechos humanos junto al ejército.
El documento, titulado ‘We dried our tears: Addressing the toll on children of Northeast Nigeria’s conflict’, da cuenta de “detenciones” y “torturas ilegales generalizadas” llevadas a cabo por el ejército, y que en los últimos años se han agravado con niños y niñas que han sido víctimas de crímenes de guerra y de lesa humanidad a manos de Boko Haram.
También revela cómo los donantes internacionales han financiado un programa deficiente que afirma reintegrar a presuntos excombatientes, pero que, según la ONG, en la mayoría de los casos equivale a la detención ilegal de menores y personas adultas.
“La última década de enconado conflicto entre el ejército de Nigeria y Boko Haram ha supuesto un ataque contra la infancia en sí misma en el noreste del país. Las autoridades nigerianas corren el riesgo de crear una generación perdida a menos que aborden urgentemente la forma en que la guerra ha afectado y traumatizado a miles de niños y niñas”, declaró la directora de Respuesta de Crisis de Amnistía, Joanne Mariner.
“Entre otras atrocidades, Boko Haram ha atacado reiteradamente escuelas y ha secuestrado a un gran número de niños y niñas para utilizarlos como combatientes o esposas”, alertó. Según la ONG, el ejército de Nigeria también ha tratado “de forma terrible” a quienes lograban escapar.
“Desde detenciones ilegales en masa en condiciones inhumanas hasta el uso de palizas y tortura, pasando por permitir abusos sexuales a manos de reclusos adultos, resulta increíble que las propias autoridades responsables de proteger a los menores les hayan podido causar tanto daño”, añadió Mariner.
Entre noviembre de 2019 y abril de 2020, Amnistía Internacional entrevistó a más de 230 personas afectadas por el conflicto, 119 de las cuales fueron víctimas durante su infancia de graves delitos perpetrados por Boko Haram, por el ejército nigeriano o por ambos.
Entre las personas entrevistadas había 48 niños y niñas que habían permanecido recluidos bajo custodia militar durante meses o años y 22 personas adultas que habían sido recluidas con menores. Y es que entre las “tácticas habituales” de Boko Haram están los ataques a escuelas, secuestros generalizados, reclutamiento de niños y niñas para sus milicias o los matrimonios forzosos.
SIN ESCAPATORIA
“Este patrón de crímenes ha llegado a ser muy conocido por algunos casos de gran repercusión, como el secuestro de cientos de alumnas de Chibok en 2014. Sin embargo, ha sido habitual que se subestimara la magnitud de los secuestros, que podrían sumar millares”, aseguró la ONG.
Los niños y niñas en las zonas bajo control de Boko Haram han sido sometidos a tortura, incluidas flagelaciones y otras palizas, además de ser obligados a presenciar ejecuciones públicas y otros castigos brutales.
Quienes escapan del territorio controlado por los terroristas se enfrentan a “numerosas violaciones de derechos humanos” por parte de las autoridades nigerianas. “En el mejor de los casos, acaban desplazados, luchando por sobrevivir y sin prácticamente acceso a educación”, lamentó Amnistía.
La ONU informó a Amnistía Internacional de que, desde 2015, había verificado la puesta en libertad de 2.879 menores que estaban bajo custodia militar, aunque previamente había citado una cifra más alta de niños y niñas detenidos entre 2013 y 2019.
Según la organización internacional, es probable que estas cifras sean muy inferiores a las reales, ya que Naciones Unidas ha reconocido que su acceso a los centros de detención militar es limitado, por lo que no puede ofrecer el total real de niños y niñas detenidos en el contexto del conflicto.
(SERVIMEDIA)
26 Mayo 2020
GIC/mjg