“Las personas que estaban en los márgenes de la sociedad son las que actualmente están en mayor riesgo”, alertó la ONG en un comunicado, en el que precisó que una de las adicciones que más preocupan es el juego online por el “significativo aumento de las llamadas”.

En una declaración institucional, UNAD sostuvo además que se siguen necesitando "test y equipos de protección individual para trabajar en condiciones seguras". "Muchas de las personas atendidas ya tenían patologías previas por lo que están en una situación de gran fragilidad y expuestas a contagios”.

Asimismo, la ONG demandó a los centros penitenciarios y al sistema judicial que se prioricen los tratamientos y el derecho a la salud de las personas presas. Casi el 70% de la población penitenciaria tiene problemas de adicciones y una salud muy frágil, según la entidad.

“En la desescalada, creemos necesario seguir potenciando los cumplimientos de condenas en el hogar, con los controles oportunos, especialmente para aquellos perfiles de escasa peligrosidad”, señaló.

UNAD, junto a otras organizaciones asesoras del Plan Nacional sobre el SIDA, se ha puesto a disposición del Gobierno para colaborar en el desarrollo de recomendaciones para prevenir el VIH y otras enfermedades infecciosas en la fase de desescalada para evitar que se apliquen medidas “de carácter restrictivo, estigmatizante y punitivo”.