La primera de las dos ministras en comparecer ante la Cámara Alta será la jefa de la diplomacia española, quien este jueves, a las 11.00 horas, a iniciativa propia y a instancias de los grupos de la oposición, verbalizará ante la Comisión de Exteriores las acciones llevadas a cabo durante la pandemia y hará un repaso de las iniciativas que pretende impulsar durante su mandato al frente del Ministerio.

González Laya comparecerá después de que Exteriores haya dado por finiquitada la repatriación de españoles a los que la pandemia del coronavirus les sorprendió fuera.

Exteriores ha asistido a más de 26.000 españoles desde el inicio de la pandemia -habiendo fletado medio centenar de vuelos de repatriación-, 8.500 de los cuales han regresado a sus hogares gracias a la colaboración directa de la red de embajadas y consulados españoles en el exterior.

Además, el Ministerio ha activado la plataforma telemática ‘Aloja’, para poner en contacto a españoles residentes en el exterior con otros que estén de viaje, de forma que los primeros puedan ofrecer un techo a los segundos durante la actual restricción de vuelos con España, una herramienta que hasta el momento esta plataforma ha recibido 615 solicitudes y 491 ofertas de españoles en el extranjero.

La ministra comparecerá después de que el Consejo Europeo haya validado las decisiones adoptadas por el Eurogrupo que permiten que los países que lo necesiten puedan recurrir a una línea de crédito del fondo de rescate europeo (MEDE) por valor de 240.000 millones de euros, faculten al Banco Europeo de Inversiones (BEI) a movilizar 200.000 millones para empresas, especialmente pymes, y dejen que la Comisión emita bonos para financiar herramientas como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) españoles con el fin de evitar despidos masivos por un monto de 100.000 millones.

Uno de los asuntos polémicos a los que la ministra de Exteriores ha tenido que hacer frente es a las restricciones que algunos países están imponiendo a la salida de material sanitario de sus fronteras ante el temor a eventuales desabastecimientos.

El caso más sonado fue el bloqueo que durante unos días Turquía impuso sobre unos respiradores adquiridos por los gobiernos autonómicos de Castilla-La Mancha y Navarra, cuya llegada a España se materializó tras las gestiones efectuadas por Exteriores con las autoridades turcas.

Menos eco mediático tuvo la decisión de Israel de retener unos respiradores adquiridos por los gobiernos autonómicos de la Comunidad de Madrid y Cataluña, cuya llegada a España todavía no ha sido posible a pesar de las gestiones de González Laya.

La jefa de la diplomacia española ha mantenido una intensa agenda de contactos bilaterales con sus homólogos de distintos países y con representantes de distintos organismos multilaterales, a los cuales les ha trasladado la experiencia española en la gestión de la crisis, les ha instado a abordar la misma de manera coordinada y les ha urgido a tener en cuenta la solidaridad con aquellos países más expuestos a los estragos del Covid-19 por carecer de medios e infraestructuras adecuadas.

En ese sentido, ha hecho un llamamiento a aquellos países que aplican sanciones a Cuba, Irán y Venezuela para que, empleando la “cláusula humanitaria”, las levanten y, de este modo, estos países puedan tener acceso a material sanitario con el que hacer frente al coronavirus.

También ha abogado por colaborar con los países “más pobres y que son más vulnerables” ante el Covid-19, fundamentalmente africanos y de América Latina, para dotarles de los medios humanos y materiales que les permitan afrontar la pandemia con ciertas garantías.

DEFENSA

Por su parte, Robles comparecerá el viernes ante la Comisión de Defensa del Senado, a iniciativa propia y de los grupos de la oposición, para dar cuenta de los resultados de la ‘Operación Balmis’, que su Ministerio lanzó coincidiendo con la aplicación del estado de alarma para, en contacto y coordinación con el resto de administraciones, atender y satisfacer las peticiones de ayuda recibidas para afrontar la crisis causada por la pandemia del coronavirus.

En este tiempo, los militares han llevado a cabo más de 17.000 actuaciones, más del 70% de ellas desinfecciones de infraestructuras críticas y servicios esenciales, en más de 2.800 localidades empeñados en la lucha contra la pandemia del coronavirus.

Los militares han desinfectado infraestructuras críticas y servicios esenciales, como hospitales, centros de salud, residencias de ancianos, centros penitenciarios, aeropuertos, puertos, estaciones de ferrocarril, estaciones de autobús o mercados.

También han contribuido al montaje y mantenimiento de albergues para personas sin techo y de hospitales de campaña, como los establecidos en el recinto ferial de Ifema en Madrid o en la Fira de Barcelona.

A su vez, han trasladado pacientes moderados entre los hospitales de Madrid y los hoteles medicalizados de la capital y fallecidos a las tres morgues temporales habilitadas por la Comunidad de Madrid.

También han trasladado material sanitario que ha llegado a España procedente del extranjero en vuelos civiles y militares nacionales o con bandera de otro país que luego ha sido repartido a otros puntos de la península, a Melilla, a Baleares y Canarias.

A su vez, han llevado comida a distintos bancos de alimentos y agua potable a distintos municipios, y han adiestrado en labores de desinfección a los miembros de distintos cuerpos de bomberos, organismos de protección civil y trabajadores de residencias de ancianos.

Por su parte, el buque de asalto anfibio ‘Galicia’ ha atracado en los puertos de Melilla y Ceuta para incrementar la capacidad hospitalaria de las ciudades autónomas.

Por último, aviones del Ejército del Aire y del operador logístico del Ministerio de Defensa han traído a España material sanitario procedente de terceros países.