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El impacto del coronavirus en el precio del petróleo genera unas pérdidas de 487 millones para Repsol

- En términos ajustados la compañía gana 447 millones hasta marzo

MADRID
SERVIMEDIA

Repsol registró unas pérdidas de 487 millones de euros en el primer trimestre de 2020, frente al beneficio de 608 millones de idéntico periodo del año anterior, que se explican por el impacto de 790 millones en sus inventarios de la caída del precio del crudo como consecuencia de la expansión del coronavirus.

Según ha informado la petrolera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado neto ajustado, que no tiene en cuenta el valor en los inventarios, fue de 447 millones, lo que supone un descenso del 27,7% respecto a los 618 millones del mismo periodo del ejercicio pasado.

Repsol destaca que este resultado, que mide específicamente el comportamiento de los negocios de la compañía, se obtuvo en un contexto de excepcional complejidad, marcado por una fuerte caída de los precios del crudo y del gas, y la drástica disminución de la demanda provocada por la Covid-19.

A este respecto, añade que el modelo de negocio integrado de la compañía, junto con su flexibilidad y resiliencia, fueron fundamentales para que sus negocios lograsen un sólido resultado en este escenario tan adverso, marcado por caídas del precio del crudo del 20% y del gas de entre el 36 y el 56%.

De hecho, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destaca la respuesta de la compañía ante la pandemia: “Estoy orgulloso de la forma en que Repsol se ha adaptado a este escenario, y ha empleado todas sus capacidades tecnológicas, industriales y humanas también para luchar contra el coronavirus”.

En esta línea, Repsol señala que su prioridad, por encima de los criterios habituales de rentabilidad, ha sido proporcionar un servicio esencial en los países donde opera, aplicando, además, todas las medidas a su alcance para proteger la salud y la seguridad de sus empleados, clientes y proveedores.

Siguiendo esa premisa en todo momento, la compañía está garantizando el suministro de productos y servicios indispensables para el funcionamiento de la sociedad, como son la energía o las materias primas esenciales para la fabricación de numerosos utensilios sanitarios, como mascarillas, respiradores, jeringuillas o material quirúrgico.

El resultado de todas las áreas de negocio que forman Repsol fue positivo en el primer trimestre del año, a pesar de los distintos factores coyunturales que afectaron a sus operaciones.

Así, el negocio de Upstream logró un resultado de 90 millones de euros, un 72,1% menos frente a los 323 millones conseguidos entre enero y marzo de 2019, lastrado principalmente por la caída extraordinaria de los precios de las materias primas de referencia internacional.

Por su parte, el negocio Comercial y Renovables obtuvo un resultado de 121 millones de euros, un 11,7% menos frente a los 137 millones del mismo periodo de 2019. Las restricciones impuestas para combatir el coronavirus redujeron la demanda y afectaron al área de Movilidad. Por su parte, GLP también redujo sus ventas debido al impacto que la Covid-19 tuvo en el sector de la hostelería y la restauración y a las temperaturas más elevadas registradas en enero y febrero.

En lo que se refiere al negocio Industrial, aumentó su resultado un 6%, hasta los 288 millones de euros, que comparan con los 271 millones logrados en el primer trimestre del año anterior. El negocio logró compensar la negativa influencia del volátil entorno de precios y la reducción de la demanda, que afectaron principalmente al área de Refino.

La deuda neta a 31 de marzo alcanzó los 4.478 millones de euros, lo que supone un incremento del 6,1% frente a los 4.220 millones del cierre del ejercicio anterior.

Tras analizar el entorno macroeconómico y las condiciones extraordinarias que se están viviendo en los últimos meses, el Consejo de Administración de Repsol decidió adoptar una serie de medidas para reforzar la solidez del balance de la compañía, que contemplan la puesta en marcha de iniciativas que supondrán reducciones añadidas de más de 350 millones de euros en los gastos operativos y de más de 1.000 millones en las inversiones, así como optimizaciones del capital circulante próximas a 800 millones de euros respecto de las métricas inicialmente presupuestadas.

Repsol asegura que cuenta con una holgada liquidez financiera, que a cierre de marzo le permite cubrir sus vencimientos de deuda a corto plazo y más allá, hasta el año 2024 incluido, sin necesidad de refinanciación.

Además, la compañía se reforzó a principios de abril con dos emisiones de bonos por un importe total de 1.500 millones de euros, a cinco y diez años, respectivamente, con una demanda que superó en más de 2,6 veces la oferta. Repsol también incrementó las líneas de crédito comprometidas en 2020 en 1.300 millones de euros.

(SERVIMEDIA)
05 Mayo 2020
JBM/gja