“Nuestro planteamiento parte de la necesidad de abordar cualquier solución a la problemática económica derivada de la crisis sanitaria desde la empresa, que es la base de la actividad económica del país, la principal fuente de empleo y el sustento más importante del Estado de Bienestar y del sector público”, explicó en un comunicado el presidente de la entidad, José Luis Bonet.

En la etapa de reconstrucción, las cámaras de comercio proponen que se facilite la creación de empresas, reduciendo los trámites administrativos y facilitando la telematización y la conexión entre las diferentes administraciones públicas, así como “la supresión de los umbrales fiscales, laborales o mercantiles que dificultan el crecimiento del tamaño de las empresas”.

En materia de contratación, abogan por la simplificación de las modalidades de contratación y el fomento de nuevos modelos de trabajo adaptados al mundo digital.

Además, sugieren una rebaja de los plazos de pago a proveedores y de la morosidad, con un plan depago a proveedores; un aumento del uso de los recursos europeos, y la mejora de los instrumentos públicos de garantía y aval.

En el ámbito de la fiscalidad, la Cámara de España postula una reforma de la fiscalidad empresarial sin aumento de la presión y el rediseño del sistema de cotizaciones a la Seguridad Social para reducir los costes laborales.