La sentencia, dictada de conformidad entre las partes, declara probado que sobre las 18.00 horas del pasado viernes dos agentes de la Policía Nacional fueron requeridos porque en una carnicería de Las Palmas “había mucha afluencia de personas y no se estaba respetando la distancia de seguridad de un metro”.

“Al personarse los agentes en el establecimiento”, dice el fallo, el encausado “comenzó a ponerse agresivo con los agentes, negándose en cuatro ocasiones a identificarse tras su requerimiento".

Siempre según la resolución judicial, entonces, “y dado que los presentes en el establecimiento se mostraban cada vez más agresivos”, los agentes procedieron a pedir refuerzos, “momento en que el encausado se abalanzó” sobre uno de los funcionarios “portando un palo en su mano, sin llegar a causarle lesión alguna”.

El hoy condenado mostró posteriormente una “fuerte oposición” a su reducción, “intentando arrebatar el arma reglamentaria” al agente. La llegada de los refuerzos logró poner fin a la tensión.